El
camino no es fácil. Hay momentos que se complica y vienen tempestades y
tormentas. Sostenerse en pie es la cuestión, y, solos, nos será muy complicado.
El misterio de la vida nos supera. Por y para eso, el Señor camina sobre las
aguas. Él es el camino.
Danos,
Señor, la capacidad de ser humilde y de compartir todo lo que hemos recibido de
Ti. Nuestros talentos, dones y cualidades no se nos han dado para nuestro solo
provecho, sino, para también compartirlas con los más necesitados. Amén.
Quiero,
Señor, poner mi vida en manos de tu Espíritu, para que sea Él quien dirija mi
vida, la fortalezca, la llene de paz, sabiduría y amor. Ayúdame, Señor, a no
desfallecer y a perseverar en ese empeño. Amén.
De
nada valdrían mis oraciones, Señor, si mi vida no vive en tu Amor, y se gasta
en darse amorosa y misericordiosamente en y por los demás, sobre todo los más
necesitados. Amén.