domingo, 31 de diciembre de 2017

Hay muchos aspectos en los que estamos de acuerdo y cumplimos, incluso criticamos el que muchos no cumplan y evadan sus obligaciones. Pero, también sucede que vemos la mota en el ojo ajeno y pasamos desapercibido en la viga en el nuestro. Cumplimos lo que nos favorece o no podemos evitar, pero evadimos todo aquello que se nos presenta la oportunidad.

Pero, lo peor es que pensamos que al evadir nuestros compromisos y la Ley, pensamos que nadie nos ve, y por lo tanto nos libramos de la Ley. ¿Acaso no nos ve Dios? ¿Acaso no es Dios lo que nos debe importar? ¿No es Él nuestro verdadero público? Cuando actuamos no debemos mirar si nos conviene o no, sino si es Voluntad de Dios.

José y María nos dan ejemplo y testimonio de vivir en la Voluntad de Dios. No sólo aceptan su Plan de Salvación, sino que asumen todas las adversidades del camino, aún sabiendo que Dios está con ellos. No desesperan ni protestan, sino cumplen. Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. El Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre Él.


FELIZ AÑO 2018



sábado, 30 de diciembre de 2017

La fe no es algo que viene repentinamente. La fe es un proceso que se alimenta en un camino incierto pero gozoso y deseado. Porque, cuando tú experimentas que eso que se esconde dentro de ti y que quiere salir, se llama amor y es eso lo que te hace feliz, todo tu ser se ilumina y nace la fe.

Ese motor que mueve tu vida en pro de alcanzar la felicidad, y el gozo que busca tu corazón, que trata de que se sostenga para siempre, se llama fe. Y cuando experimentas ese milagro, que en el mundo se te resiste, porque no está, y que descubres en Jesús de Nazaret, toda tu vida cobra sentido.

Entonces tu alma se llena de esperanza y tu vida se ilumina con esa fe en Aquel que te ha mostrado su Amor dando su Vida por ti. Y que te dice: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Porque, en Él se ha cumplido todo lo profetizado, hasta la Resurrección.

viernes, 29 de diciembre de 2017

No es fácil escuchar la voz que nos viene de arriba. Una voz que nos llama al amor para salvación de todos los hombres. Porque, el amor es amor, valga la redundancia, cuando no se queda en uno mismo, sino que se prolonga, sale de ti e invade al otro, contagiándole de paz y verdad.

Y eso es lo que lo hace Jesús con cada uno de nosotros. Viene a darse, a, renunciando a sí mismo, darnos la paz, el amor y la justicia. Una paz que nos hace hermanos, hijos de Dios y coherederos en Jesucristo, de su Gloria. Eso nos obliga, no sólo a escuchar su Palabra, sino a proclamarla y darla a conocer.

Porque, Jesús viene para todos, y que llegue a muchos otros dependerá de tu testimonio e implicación en esa misión, nacida desde y en tu Bautismo, de proclamar la Buena Noticia de Salvación a todos aquellos que se abran también a la Palabra de Dios.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Nuestra tendencia, por nuestra humanidad pecadora, tiende a justificarnos. Siempre nos estamos justificando y muy pocas veces aceptamos nuestras culpas o nuestras limitaciones. Posiblemente, la envida, la soberbia y el odio nacen de esa resistencia a justificarnos. Y de ahí procede también nuestro rechazo a la fe.

Cuando aceptamos nuestra condición pecadora y nuestra ausencia de justificarnos, estamos en situación de empezar a convertirnos y, por supuesto, a creer. La conversión es pasar de un estado de incertidumbre, de dudas y de agnosticismo a la fe. Es el camino de dejarnos guiar y de disponernos a escuchar.

Cuando entregas tu corazón, tu fe se enciende y prende todo tu ser. La fe es la ausencia de resistirte a la justificación. Tú, también yo, estás en la misma situación que estuvieron otros. José y María, con sus testimonios, nos enseñan a creer. Si te abres a la Gracia de Dios, tu fe empezará a empujarte a obedecer la Voz del Espíritu de Dios. Pues, lo has recibido en tu Bautismo.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Los testigos no sólo han vivido con Jesús sino que vieron su Sepulcro vacío. Y, entonces, recordaron esas palabras que Él les había dicho respecto a su resurrección y se les abrió la mente. Pero, luego, lo vieron con sus ojos y hasta lo tocaron y comieron con Él.

Es evidente que Jesús ha Resucitado. Quizás el miedo a dejar muchas cosas, que te tienen secuestrado o los placeres temporales de este mundo, te impiden abrirle tu corazón. Las primeras palabras que Él pronuncia son paz y no tengan miedo. Lo hizo muchas veces cuando estaba con sus discípulos. Y también nos lo repite hoy.

No tengas miedo. Es la palabra a repetir y a hacerla tuya. Confía en el Señor y déjate llevar por la acción del Espíritu Santo. No te autoengañes y sigue los dictados de tu razón, porque lo que arde en tu corazón busca la verdad y el bien. Y es ahí donde encontrarás al Señor. Él Vive entre nosotros. ¡Ha Resucitado!

martes, 26 de diciembre de 2017

La vida es batalla y lucha, pero sin perder de vista que no luchamos solos. Estamos con el Espíritu Santo, que lo hemos recibido el día de nuestro Bautismo y nos acompaña en nuestro recorrido hasta el final. Con Él venceremos siempre en todas nuestras luchas someteremos a nuestra humanidad débil para sostenernos firmes en la Voluntad del Señor.

No tengamos miedo, pues tenemos la promesa de que seremos asistidos y auxiliados en todo momento, hasta el punto de sernos comunicado lo que tengamos que decir en los momentos precisos de nuestra defensa y proclamación. El Señor está con nosotros y nada nos podrá vencer.

A pesar de tanto odio, traiciones, muertes y enfrentamientos entre hermanos, padres e hijos, que les entregarán y mataran, no perdamos las esperanzas, nos dice el Señor. Quien persevere se salvará. Y eso te pedimos, Señor, ayúdanos a superar todas esas adversidades y siempre perseverar en tu Palabra.

lunes, 25 de diciembre de 2017

Cuando recorres un camino descubres que detrás de ese recorrido se esconde una finalidad. Nadie se mueve por costumbre o por capricho. Todo lleva implícito una misión. Desde esa perspectiva podemos preguntarnos: ¿Qué busca el Señor cuando se hace hombre? Porque tu respuesta explicará tu gozo y alegría.

Dios se ha hecho Hombre, tomando la misma naturaleza humana para, siendo como nosotros, salvarnos de la esclavitud del pecado y darnos la plenitud del gozo y alegría eterna. Lo hemos proclamado muchas veces. Eso significa Navidad. El nacimiento del Niño Dios que viene a salvarnos.

Y lo hace tomando nuestra misma carne. Una carne que se deteriora con el tiempo; una carne que está sujeta al espacio y el tiempo; una carne que es corrupta y se corrompe con la enfermedad o con el tiempo. Jesús se abaja tomando la naturaleza carnal y, con su Resurrección la vence y la eterniza. Así también hará con nosotros. Estamos llamados, por y con la venida del Niño Dios, ha resucitar también, no sólo del alma, sino también con el cuerpo.

domingo, 24 de diciembre de 2017

María lo hizo presente y le dio, por significarlo de alguna manera, naturaleza humana prestándole su vientre en el momento que dio su “Sí” incondicional poniéndose al servicio de la Voluntad de Dios. Y no fue para un día, sino que lo llevó en su seno por un tiempo, y luego en su corazón toda su vida.pensam

También nosotros podemos darle nuestro sí en cualquier instante. Sobre todo en día de nuestro Bautismo, y luego llevarlo y hacerlo presente en todos los momentos de nuestra vida. Porque cada instante que nos esforzamos en amar, imitándole, estamos dejándole nacer en nuestro corazón.

Y anunciándolo a todos aquellos que se acerquen a nosotros y, por la acción del Espíritu Santo, podamos reflejar y transmitir su presencia. Por eso, hoy día en el que celebramos su nacimiento, permitamos que se quede permanentemente en nuestro corazón.


FELIZ NAVIDAD

sábado, 23 de diciembre de 2017

El nacimiento de Juan estaba también anunciado y, a pesar de ser costumbre por tradición ponerles a los hijos el nombre de su padre, Juan, al que le correspondía llamarle Zacarías como su padre, fue llamado Juan, porque así Dios lo había elegido para que preparara el camino de su Hijo.

Y todo sucedió como estaba previsto y Juan cumplió la misión de preparar el camino al Señor. A ese Señor que él anunciaba y al que no era digno de desatar la correa de su sandalia. Y llegado ese momento, Juan se aparta y deja ya al Señor, el Mesías prometido, para que realice su obra de salvación.

También nosotros debemos retirar nuestros proyectos y planes para que sea el Espíritu Santo, recibido en nuestro Bautizo, quien nos dirija y nos prepare para dar testimonio con nuestra vida y palabra de ese mensaje, la Buena Noticia de salvación.

viernes, 22 de diciembre de 2017

El hombre piensa que la fama le puede dar poder, influencia, prestigio y felicidad. Y, una vez más se equivoca. Puede ser famoso, tener poder, ser influyente y tener prestigio, pero felicidad no. A lo sumo puede ser algo feliz por algún tiempo, pero esa felicidad no es de buena calidad. Caduca y desaparece. No se mantiene en el tiempo.

Hay momentos que experimentamos una gran felicidad, y eso ocurre cuando, olvidándonos de nosotros mismos, nos ponemos en disponibilidad de servir a los demás. No por caprichos ni para disfrute de otros, sino por necesidad y pobreza de aquellos que necesitan ayuda. Entonces, aunque nos mortificamos, experimentamos gran gozo y paz.

Y esa paz y gozo se mantiene. No se va. Está siempre dentro de nosotros y nos recuerda que ese es el camino de la felicidad, darnos gratuitamente y por amor. Es algo así como la zarza que no se consume. Está siempre presente en nosotros y nos alienta a perseverar y sostenernos con alegría y esperanza. Es lo que sintió María al manifestar el canto del Magnificat.

jueves, 21 de diciembre de 2017

Lo que da verdadero sentido y valor a tus actos es el servicio gratuito. No se trata de servir por un salario, sino servir gratuitamente. El amor se descubre cuando el servicio es gratuito. La gratuidad determina la autenticidad de tus actos. Porque, sólo quien actúa gratuitamente lo hace por amor.
                
María, elevada a la categoría máxima al ser elegida Madre del Mesía que había de venir, no se detiene en mirarse a sí misma ni a vanagloriase de su elección, sino que corre a prisa a servir a su prima Isabel, también encinta. María pone en práctica el amor a Dios sirviendo al prójimo.

Porque, la oración hace mucha falta, pero, para luego servir y estar en actitud de disponibilidad. De no ser así, algo falla. Posiblemente, la oración no tiene buena intención, o se hace con sentido de apariencia para conseguir otros beneficios. Quien reza seriamente transforma su corazón y actúa con amor.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Responder a la llamada del Señor nos va a exigir renunciar a nuestros proyectos y planes. Y eso, además de costarnos, no lo entendemos. Los caminos del Señor son diferentes a los nuestros. Tanto María como José no entendían esas exigencias del Señor, pero se doblegaron a su Voluntad. Esa obediencia descubre una gran confianza.

Por eso, preparar la Navidad no es otra cosa que la de abrir nuestro corazón a esa obediencia y fidelidad a la Palabra del Señor. ¿Qué quiere el Señor de nosotros en este nuevo día? ¿Y estamos nosotros dispuestos a obedecerle y ponernos en sus Manos? ¿Tratamos de discernir y morir a nuestros planes y proyectos según la Voluntad del Señor?

Seguro que nos resultará difícil. No porque no tratemos de esforzarnos en ello, sino porque no sabremos con exactitud qué camino tomar. Necesitamos tiempo, serenidad y, sobre todo, fe y confianza. El Señor nos irá modelando e indicándonos el camino. No desesperemos. Para Él una vida es un instante, y un instante todo un camino. Tengamos paciencia porque Él no nos abandona.

martes, 19 de diciembre de 2017

El hombre se cree importante y sabio. Su ignorancia es atrevida y, creyéndose grande no advierte que está sometido a las leyes naturales, y su mirada no traspasa lo natural. Permanece en la tierra y no levanta el vuelo ni entiende lo que está por encima. Es decir, lo sobrenatural.

Ocurrió con Zacarías. No podía entender lo que le anunciaba el Ángel Gabriel y, desde su comprensión humana exigía pruebas que le dieran comprensión a lo que Gabriel le anunciaba. ¿Acaso su Dios no tenía poder para que su mujer Isabel concibiera aun siendo estéril?

Zacarías lo dudaba y en castigo a esa desconfianza quedó silenciada su voz hasta que naciera el hijo anunciado por el Ángel Gabriel. Solicitado su nombre, Zacarías escribió que su nombre sería Juan. Y en ese instante su lengua quedó desatada. Juan, apodado el Bautista, llamaba al arrepentimiento y al Bautismo, camino de preparación para Aquel que llegaría para bautizar con Espíritu Santo.

lunes, 18 de diciembre de 2017

María queda sorprendida. Nunca vacila a la hora de tomar una decisión. Dios es la prioridad y su Voluntad es la primera opción. Hágase tu Voluntad manifiesta María ante tanto misterio. He aquí la esclava del Señor mi Dios. No hay otra opción, a pesar del miedo y las amenazas que se ciernen sobre ella.

Confía plenamente en el “no temas María…” Se fía del Ángel Gabriel enviado por Dios y, a pesar de no saber cómo sucederá, ni tampoco la reacción de José, se pone en Manos del Señor, su Dios. Deja su vida en sus Manos y espera que el Señor de cumplimiento a su Palabra.

Y José no se queda atrás. Sospecha de María, pues su humanidad no le explica dicha situación. Está perplejo y confundido. Pero, no se precipita. Espera y, pensando en repudiarla en secreto, soporta con prudencia esos momentos de incertidumbre y esperanza. Y sucede lo que debía suceder.  Si es cosa de Dios, Dios lo arregla. Y pone en conocimiento a José de la situación. ¿Nos sirve a nosotros ese ejemplo?

domingo, 17 de diciembre de 2017

Hay muchas razones para dar apoyo y sentido a nuestra fe. La fe de creer en Jesús, el Mesías que hoy nos descubre Juan el Bautista y nos manifiesta que está entre nosotros. Y que nos invita a descubrir, a escucharle y a seguirle. Sobre todo nosotros, los que hemos recibido el testimonio de sus discípulos.

No nos resulta difícil creer en los avances de la ciencia y todo lo que nos proponen desde una base supuesta o sugerente. Hay indicios, pero arrancan de un creo o pienso que están lejos de lo evidente y cierto. Se constatan hechos, pero se suponen otros para encadenar la causa de estos.

Se encuentran restos humanos de miles de años atrás y se trata de explicar muchas cosas sin la certeza  absoluta de que sea así. Y, llegado a esta situación, yo me pregunto. Con tantos adelantos científicos nadie ha encontrado los restos del cuerpo de Jesús. Se conoce su sepulcro y sólo hace aproximadamente dos mil años. Luego, ¿por qué cuesta mucho  creer que ha Resucitado?

sábado, 16 de diciembre de 2017

Pasamos el tiempo malgastándolo y desoyendo todo lo que no sea mis propias ideas, intereses y apetencias. No estamos atentos a nada que no sea nosotros mismos y no nos enteramos de nada. Han pasado los profetas y los hombres de Dios y los profetas y hombres del mundo no han hecho caso.

El hombre se erige como ser suficiente y dueño de su destino. Y no está dispuesto a entender nada de lo que no le interesa. Menos oír el Mensaje de salvación y más todavía vivirlo. Todos nuestros proyectos son opuestos a los proyectos de Dios. Vamos por otro camino.

Y en esa actitud se hace difícil encontrarnos con el Señor. Pasa la proclamación de Juan y también la presencia de Jesús entre nosotros. El hombre celebra otra navidad. Fiesta de turrones, de regalos, de música, canciones y comilonas. No se enteran que ha llegado la Buena Noticia de Salvación.

viernes, 15 de diciembre de 2017

En cualquier momento aparece el rebelde de turno. A veces, contrario a toda razón, nos oponemos al sentido común. Lo que nos apetece es protestar y marcar nuestro territorio. Aquí hacemos lo que nos da la gana y nos saltamos toda regla y todo lo que significa hacer el bien con respecto a los demás.

Ahora llegan las navidades, pero cada cual le da el sentido que quiere y la celebra como quiere. Eso sí, celebrarla la celebran todos, pero a su manera y según le parezca. Esta generación es una generación perversa con un corazón desagradecido y pervertido. Nada le parece bien.

Sin embargo, la sabiduría se acredita por sus obras. La verdad siempre se sostiene y triunfa. El hombre la tiene impresa en su corazón y, tarde o temprano, sale a relucir. Dios viene a nuestro encuentro y, por mucho que queramos eludirlo y despistarlo nos encontraremos con Él.

jueves, 14 de diciembre de 2017

Hay muchas oportunidades en la vida que las dejamos pasar. Pensamos en mejorar y eso pasa por preocuparnos solamente de nuestros problemas. A la hora de pedir pensamos en nosotros y, si sobra algo, en los demás. Y tenemos un tesoro que quizás no vemos y lo desperdiciamos.

Las dificultades y enfermedades, que vienen solas directa o indirectamente se convierten en rechazos y protestas contra el Señor. Según nos vaya le aceptamos o le rechazamos. O, ni una cosa ni otra, sino simplemente nos alejamos. La cuestión es, ¿por qué no utilizamos esos acontecimientos de nuestra vida para santificarnos y purificarnos confiando en el Señor?

¿Acaso no nos acompaña? ¿Acaso se ha olvidado de nosotros? ¿Acaso no nos ofrece la salvación eterna? ¿Y no nos señala, a través de Juan el camino? ¿No nos ha dicho que Él es el Camino, la Verdad y la Vida? ¿No nos ha dado prueba de su verdadero amor? ¿No ha Resucitado y nos ha prometido que nosotros también lo haremos en Él? ¿No tiene Palabra de Vida Eterna?

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Cuando caminas tu ánimo está estable, se siente seguro y, por lo tanto, caminas concentrado y confiado si tus esperanzas están bien fundadas. De otra manera, todo se vuelve inestable, inseguro y los miedos te hacen perder la estabilidad y todo se vuelve peligro y amenaza.

El ser humano necesita seguridad y apoyo. Y se camina cuando experimentas que estás apoyado en alguien que te puede sacar del apuro o te puede dar descanso y apoyo. Sin esa referencia la vida se vuelve insegura, insípida y sin rumbo. De ahí la importancia de la familia, que protege y da seguridad.

Vivir sin esperanzas es una locura, y en un grado de alta posibilidad termina en depresión o disparate, que conduce a ubicarte en una vida desestructurada y desordenada. Eso trae malas consecuencias que terminan mal. Por eso, Jesús, conociendo como nos conoce, se ofrece hoy como apoyo y descanso para todos aquellos que están fatigados y sobrecargados.

martes, 12 de diciembre de 2017

Experimentar la presencia del Señor es experimentar la necesidad de ser salvado. Tendrás que imaginarte que estás solo delante del peligro y, tu salvación, depende del Señor. No es que haya otro u otros que te puedan salvar, sino que quien sólo lo puede hacer es el Señor.

Será un error, y eso nos pasa, que creemos en los amigos del mundo. Es posible que los haya, pero ninguno podría salvarte. A lo más pueden ser la oportunidad para que tú puedas salvarte dándote a ellos, por amor, pero siempre por la Gracia y la Misericordia de Dios.

Cuando llegas a tomar conciencia de que tu vida depende de Dios, y que Él la ha puesto en tus manos, entiendes que devolvérsela y ponerlas en sus Manos es tu mejor opción. Y eso lo haces tratando de parecerte a Él. Y el único camino es tratar, contando con su Gracia, amar como Él te ama.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Hay parálisis muy difícil de descubrir y de sentir. Parálisis que no te dejan ver el camino, y lo poco que llegas a ver se te presenta torcido, desigual y escabroso. Necesitas quitarte la venta de tus ojos y acercarte al Señor para que cure tus parálisis. Porque, igual no es una, sino varias.

Son momentos de allanar el camino y enderezar lo torcido; allanar lo elevado y emerger lo hundido. Se trata de igualar nuestra vida y ponerla en las coordenadas de la humildad, el dolor y arrepentimiento, reconociendo la Misericordia del Señor y la necesidad de recibir el perdón de nuestros pecados.

Y ese perdón misericordioso es lo verdaderamente importante, porque tus parálisis físicas siguen ahí. Y si se curan pueden volver. Nuestra naturaleza humana está sometida a las leyes humanas, y estas son limitadas, caducas y enfermas. Por lo tanto, conviene aliviarlas, pero lo que conviene, valga la redundancia, es salvar el alma para la vida eterna.

domingo, 10 de diciembre de 2017

La vida es un tiempo precioso, porque es el tiempo con el que cuentas para salvarte. Has llegado a ella contaminado por tu propia naturaleza humana, pero con la posibilidad de poder limpiarla. Y esa es la misión, la de purificarte, para limpio poder recuperar tu dignidad de hijo de Dios.

Hoy, Juan, conocido como el Bautista y Precursor, empieza su misión anunciadora. Proclama y grita en el desierto la llegada inminente del Reino de Dios. Invita a enderezar los caminos y al dolor y arrepentimiento de los pecados. Ello exige reconocerte pecador y reconocer que el que viene tiene poder para perdonar tus pecados.

Él se abaja y reconoce que no es el Mesías. Su misión es anunciar su llegada y preparar su camino. Y Proclama: «Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo; y no soy digno de desatarle, inclinándome, la correa de sus sandalias. Yo os he bautizado con agua, pero Él os bautizará con Espíritu Santo».

sábado, 9 de diciembre de 2017

Cuando alguien piensa en quitarse la vida, posiblemente, la consecuencia, es que la esperanza ha huido de su corazón. Está invadido por la depresión y nada le invita a seguir su camino. Todo ha terminado, y le da lo mismo terminarlo aquí o allí. Para él ha llegado el final.

Jesús siente compasión de la muchedumbre que le sigue. Les ve vejados y abatidos. Sufren enfermedades y padecen vejaciones. Están desesperanzados. Necesitan pastores que les animen y les infundan esperanza. Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies». 

¿Nos sentimos nosotros comprometidos a colaborar en esta misión? ¿Pensamos que esas palabras de Jesús van dirigidas a nosotros? ¿Desde tu atalaya puedes tú colaborar a ser agente de pastoral para animar al rebaño que tienes cerca? ¿Crees que, injertado en el Espíritu Santo, puedes pastorear y esperanzar a aquellos que la vida ha puesto a tu lado?

viernes, 8 de diciembre de 2017

Para que el Hijo de Dios pueda encarnarse en Naturaleza humana sin perder la Divina, tiene que contar con la libre voluntad de una persona y aceptar esa misión de ser la Madre de su Hijo. Y la elegida fue María, que desde esa “Sí” concibió en su vientre al Hijo de Dios.

Por lo tanto, María es corredentora con su Hijo en la salvación de hombre. Porque, todos aquellos que creen en Él alcanzarán la salvación. Hoy, día de la Inmaculada, significamos ese hecho y celebramos ese acontecimiento que contiene gran importancia y significado.

Y cuyo exponente más alto está contenido en la Pasión y Resurrección del Señor Jesús. Y es claro que si el Señor Jesús resucitó, también necesitaremos los que creemos en Él. Y es doctrina segura, pues los testimonios de muchos que le vieron resucitado así lo demuestran.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Sucede que muchos deducimos que encontrarnos con Jesús significa salir corriendo a hacer y servir. Buscamos lugares, posiblemente en la Iglesia, donde servir y colaborar, y nos llenamos de actividades con las que, pensamos, respondemos al encuentro con Jesús. Y desesperamos por convertir todo lo que se mueve a nuestro alrededor.

No es que nada de eso sea malo, pero no es el camino. Posiblemente, en poco tiempo quedaremos cansados o peleados con algunos de los que colaboramos. Se nos hunde la casa, pues la hemos levantado sobre arena. El Camino es el Señor, y permanecer en Él es la clave y el secreto. Será Él quien nos dé la Gracia para mejorar, para servir y hacer lo que realmente tengamos que hacer.

Porque, la Voluntad del Padre es que seamos capaces de amar como nos ha enseñado su Hijo, el Señor. Y eso significa tratar de parecernos a Jesús y actuar como Él. Sabemos que sin Él nada podemos, y, también sabemos que con Él y por su Gracia podemos ir mejorando. Conociéndole y escuchándole en su Palabra de cada día iremos viendo el camino a tomar.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

En algunos ocasiones, parados en un momento del recorrido de nuestra vida, reflexionamos y descubrimos que hemos llegado hasta aquí gracias a muchas dificultades que, en su día fueron obstáculos, pero que contribuyeron a darnos fuerzas e impulsos para luchar y seguir adelante. Experimentamos que gracias a ellas hemos crecido y madurado.

Pero, sucede que hay situaciones irreversibles a las que no les vemos salidas y nos acordamos de Dios. Tanto en el terreno de la enfermedad como en el de nuestras relaciones con los demás, en incluso con nuestros hábitos y dependencias a las que hemos sido sometido. Creamos o no, pensamos que sólo Él puede sacarnos de ese problema.

Tras la experiencia con Jesús, experimentamos como una bendición esa enfermedad, adicción o problema, porque, por ella, hemos encontrado al salvador de la vida. Ese salvador que mora dentro de nosotros y nuestras enfermedades y problemas nos lo tenían cegado. Por eso, experimentar nuestra pobreza nos pone en camino directo con el Señor.

martes, 5 de diciembre de 2017

No se trata de creer a ciega, que muchos argumentaran apoyándose en la razón, sino de fiarse de la Palabra del Señor. Una cosa es que no se entienda, y otra, muy diferente es fiarte y confiar en Aquel que ha demostrado quererte dando su Vida por ti.

Esa es la confianza que te pide Dios, confía en Mí. Para eso, su Hijo ha entregado su Vida y ha Resucitado. Puedes alegar que no lo has visto. Tampoco has visto a Jesús y sabes que ha existido. La historia habla de Él, y muchos testigos, entre ellos Pablo, dan testimonio de su Resurrección -1ºCo 15, 4-8-.

Y cuando te abres a la acción del Espíritu Santo, la luz empieza a invadir tu corazón y a hacerte entender muchas cosas que antes yacían en la oscuridad. Tu fe se fortalece hasta el punto que tu confianza en el Señor se va agigantando. Y caminas con esa esperanza de encontrarte con Él un día no muy lejano.

lunes, 4 de diciembre de 2017

El hombre sólo tiene una vida para poder ser feliz. Porque, la otra, la verdaderamente eterna dependerá de esta que vives ahora. Está, la presente, es la oportunidad para ganar la otra, y sólo tienes una forma de obtenerla. No con dinero, ni con éxito, ni fama, ni grandes obras ni otras cosas que puedas hacer. Se trata simplemente de amar.

Amar como Jesús nos ama. Ese ha sido el único mandato que nos ha mandado. No novenas; no actos de piedad; no cumplimientos. Simplemente amar como Él nos ama. Y eso no es fácil, sino imposible. Imposible si quieres hacerlo a tu manera y como tú piensas y quieres. Sin Él no podrás hacerlo.

Y para eso si te son necesarias las novenas, las prácticas, las celebraciones, los cumplimientos, la oración y, sobre todo, la Eucaristía. Momento cumbre de encuentro con el Señor y de donde tomamos las fuerzas de su Espíritu para imitarle y parecernos. El Centurión, sin conocer al Señor, se preocupó por su siervo y en él se encontró con Jesús. 

domingo, 3 de diciembre de 2017

¿Por qué esta vida es tiempo de preparación y vigilancia? Porque, Jesús, nos habla de que llegará el momento final en el que nos será pedido el resultado de nuestro amor. Por lo tanto, todo dependerá de cómo hayamos gastado todo nuestro amor. Por eso, nuestro Señor Jesús sólo nos propone un mandato: “Ámense unos a otros como Yo les he amado”.

Y en eso consiste nuestro camino, en madurar nuestro inmaduro amor para que sea capaz de amar al estilo de Xto. Jesús. Y eso nos exige esfuerzo, vigilancia y oración. Nos exigir caminar acompañado, porque quien va sólo pierde la oportunidad de amar, ya que amas cuando, delante de ti, se presenta la necesidad del otro.

Por otro lado, no sabemos cuándo llegará el Señor y eso nos exige vivir en constante vigilancia y atención. No sólo esperando su llegada, sino estando preparados y cargados de actuaciones de amor. Porque, sólo el amor tiene el poder y la llave de abrir la puerta a la Casa de Dios.

sábado, 2 de diciembre de 2017

El mayor obstáculo para el hombre es su propia ignorancia y su ceguera de no ver su propia esclavitud. Confunde los sentimientos, la pasión y sus propios gustos con el amor. O, no sabe diferenciarlo. Y cuando sus satisfacciones y sentimientos están en peligro, lucha para recuperarlas.

Ignora que lo que hace es introducirse más en la esclavitud. Porque, el hombre es libre cuando descubre la necesidad de hacer el bien que siente dentro de sí mismo, y pone todo lo demás en un plano secundario. Entonces experimenta que la felicidad se esconde ahí.

Por eso, sometido a la esclavitud de su propia dependencia no advierte que su libertad está en dominar sus propias pasiones y sentimientos, y dirigirlos al bien. Es ahí donde se esconde el amor. Porque, amar es buscar la verdad y la justicia hasta el extremo de dar tu propia vida por un mundo más justo y fraterno.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Cuando vemos el cielo nublado pensamos que posiblemente haya posibilidad de lluvia. Hoy, el Evangelio nos dice que también los cambios que experimentan la naturaleza y el mundo son signos que nos pueden alertar para saber que el Reino de Dios está cerca.

No cabe ninguna duda que para ello tenemos que conocer las predicciones que nos dice Jesús, pues de no conocerla no sabremos descubrir esos signos. Y ese conocimiento se realiza leyendo el Evangelio cada día. En él vamos conociendo todo lo que nos dice Jesús respecto a las señales que nos señalarán la proximidad del Reino de Dios.

Es verdad que no sabremos el día ni la hora, pues sería algo absurdo saberlo. Dios quiere que tú y yo estemos preparados y confiemos en Él. Y que observemos esos cambios que nos ha dicho sucederán ante de la llegada del Reino. De cualquier forma, su llegada será repentina y como un rayo fulgurante, pues así nos lo ha dicho. Y tendremos que estar preparado para ello.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Sucede que, instalados y bien cómodo, no queremos salir de nosotros mismos y cambiar nos supone un gran esfuerzo. Estamos apegados y dependientes de muchas actitudes y hábitos, y nos cuesta decidir y desprendernos de ellas. Necesitamos reconocernos esclavos para salir de ahí.

Cuando uno se siente cómodo no desea ni necesita cambiar. A veces, las comodidades y los placeres de la vida, así como nuestras ambiciones y proyectos son lo suficientemente fuertes para invitarnos a prescindir de Jesús y rechazarle. De ahí la sentencia de “es más difícil que entre un rico en el cielo que un camello pase por el agujero de una aguja.

En estos últimos Evangelios se nos invita a estar expectantes y vigilantes. Necesitamos descubrir que hemos sido creados para ser felices eternamente. Y eso solo lo podemos lograr en Xto. Jesús. Él es el Señor, el Camino, la Verdad y la Vida. Y sin Él no hay  sino tristeza y condena.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Ante este panorama todo se vuelve oscuro y sólo será la fe lo que nos sostiene firme y con paso seguro. La fe en las Palabras del Señor: Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas. Estas Palabras del Señor levantan nuestro ánimo y nos animan a seguir adelante. El Señor cumple siempre su Palabra.
                         
Pero, no sólo ocurrirá eso, porque, el Señor, no se ha ido. Está con nosotros y nos acompaña en todo momento. Así que, estando con Él la adversidad será más llevadera. El Espíritu Santo nos asistirá infundiéndonos fortaleza, sabiduría y capacidad para resistir. Porque, es el Señor quien más interesado está con nuestra respuesta valiente y firme.

Tengamos confianza y fe. Sabemos nuestras debilidades, pero confiados en el Señor e injertados en Él, encontraremos y experimentaremos la fortaleza de superar y soportar todos esos peligros. Así nos llegan noticias desde China y, unidos a ellos, pedimos esa fortaleza y esperanza que alimenta nuestra fe y nos hace fuertes e invencibles.

martes, 28 de noviembre de 2017

El Señor nos quiere tanto que nos da pista. Nos advierte que el camino es adverso. Vendrán días de tormentas, de cataclismos, de terremotos, de guerras, de confusiones, de seducciones y de muchos que tratarán de engañarnos y confundirnos. Y eso lo estamos viviendo. Quizás cada día más.

El mundo parece que camina hacia su propia destrucción. Cada día el odio y la venganza; el egoísmo y la ambición provocan en los hombres enfrentamientos. Y las naciones se predisponen a la lucha y a la destrucción por el poder y las riquezas. Ante todo esto que vamos viviendo y presenciando, el Señor nos tranquiliza y nos dice que no es el final.

Primero tendrá que suceder todo esto, y el Señor llegará repentinamente como un rayo fulgurante, sin avisar y sin saber ni el día ni la hora. Todo esto nos advierte a estar vigilantes y preparados. La parábola de las diez vírgenes de haces días nos descubre todo esto que el Señor nos revela. Estemos preparados porque no sabemos el día ni la hora. Creamos en su Palabra y perseveremos.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Una cosa es entregarnos al mundo y otra muy distinta tratar de estar en el mundo y vivir sin pertenecer a él. Porque, lo primero es autoengañarnos y distorsionar la realidad, pues, entregándonos al mundo significará que dejaremos a Dios y nos dedicaremos a gozar de lo que el mundo nos ofrece.

Necesitamos alejarnos de todo aquello que, oliendo a mundo placentero, cómodo, ambicioso, exitoso, de fama y hedonista, nos pervierta y nos aleje del espíritu de fraternidad y amor. Necesitamos fortalecernos en un espíritu que nos lleve a sensibilizarnos en el compartir y desterrar el sufrimiento y la injusticia.

Necesitamos, como aquella viuda pobre, abrir nuestros corazones y disponernos a estar en una actitud de entrega, de servicio y de esfuerzo en compartir fraternalmente nuestras vidas con aquellos que más lo necesitan y quienes menos tienen.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Todo rey impone su ley. Ordena y manda, y deja muchas leyes para que sus súbditos las cumplan. Muchas no son siempre justas, o no imparte justicia para todos. Leyes que son buenas para uno, pero malas para otros. Lo justo es que fueran leyes que pensaran en todos y protegieran a todos.

Jesús, el Señor, que, entregado voluntariamente, dio su Vida, crucificado en la Cruz, para salvarnos, nos deja sólo una ley. Nos simplifica la cosa, pero no por eso es fácil cumplirla. Y Él no se excluye, porque ha sido el primero en cumplirla. Nos manda a amarnos los unos a los otros como Él nos ha amado.

Y el signo de ese cumplimiento ha sido su propia Vida. Una Vida entregada a hacer el bien, a enseñarnos el camino de salvación y a amarnos hasta el extremo de entregar su Vida. Ese ha sido su ejemplo y su testimonio. No han sido palabras, sino hechos de vida. Por eso, al final, cuando venga según su promesa nos preguntará sobre cómo hemos gastado nuestro tiempo respecto al amor. De ti dependerá.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Imaginar cómo será la otra vida es algo que no está a alcance de nuestra inteligencia. Nunca llegaríamos a comprenderlo. Eso entra en los planes de Dios que son infinitos y a los que no podemos llegar. Podemos, eso sí, tener razones que nos acercan y que nos da la base para confiarnos y creer en Él. Hay testigos de su Resurrección y de que su Palabra siempre ha tenido cumplimiento.

Su proyecto de salvación sobre el pueblo elegido ha ido tomando forma a lo largo de la historia y en Jesús alcanza su plenitud. En Él experimentamos la esperanza de la vida eterna y en Él se cumple esa esperanza que todos sentimos dentro de nosotros. A Él, pues, nos confiamos y en Él creemos.

¿Cómo seremos en su presencia? Como Él nos dice, como ángeles e hijos de Dios que participamos de la resurrección. Nos basta su Palabra y a ella nos abandonamos confiado que como verdadero Padre dará lo mejor para sus hijos. Y eso pasa por darnos la Vida Eterna en plenitud.

viernes, 24 de noviembre de 2017

Lo peor no es que se hable lo imprescindible y sea lugar de encuentro y de paz, lo peor es que se convierta en lugar de chismorreo, de esparcimiento y diversión. Lugar de encuentro convertido en ocio y distracción. Y, cuando no, como ocurrió en tiempo de Jesús, lugar de mercantilización, transacciones comerciales y otras operaciones.

Su misión es una, pero se convierte en otra. Así, el templo era el lugar donde se vendían y compraban los animales utilizados para el sacrificio ofrecido a Dios. Al final, se convirtió en lugar de negocios y cambios. Eso fue lo que obligó a Jesús a expulsar a aquello mercaderes y proclamar su casa, casa de oración.

Hoy, en muchas iglesias, supongo que no todas, hay ambientes que, no siendo igual, si se convierten en lugares de diálogo, de habladurías, de saludos y demás. No sé si es lo adecuado, pero, quizás, se molesta a los de al lado, que aprovechan para hablar con Dios y necesitan silencio. El templo es un lugar de encuentro con Jesús sacramentado, presente y real bajo las especies de pan y vino.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Se repiten las historias. También ocurrió lo mismo con aquellos habitantes de Jerusalén. Rechazaron el mensaje que les trajo Jesús. Se mostraron indiferentes y le dieron la espalda. El Evangelio de hoy narra ese pasaje donde Jesús llega a llorar por ella. Hoy, la consecuencia de ese rechazo se hace visible en su propia historia.
                                                   
De la misma forma, nuestro mundo, que por extensión hereda esa buena Noticia, se encuentra inmerso en una gran tragedia. Perdido y de espaldas al Señor, se debate entre la vida y la muerte. El odio, la venganza, el egoísmos y las ambiciones de los hombres les enfrenta y sus murallas se derrumba. El consumo y el hedonismo en el que se vive lo estropean y amenaza su destrucción.

El debate está ahora en la impotencia del hombre por contrarrestar el deterioro del mundo. Un hombre que se ha erigido en salvador del mundo y dueño de él. Un hombre, sometido y prisionero de su propia debilidad y pecados, esclavo de sus pasiones, no sabe qué hacer ante la debacle que se le presenta. El mundo se derrumba. Y sólo levantar su mirada hacia arriba le da esperanza.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

El evangelio de hoy –Lc 19, 11-28- habla sobre las cualidades. Nos muestra el encargo de un noble que viaja a un país lejano con la intención de recibir la investidura real y regresar. Antes de marchar reparte diez minas entre diez siervos suyos y les encarga que negocien hasta su vuelta. Y sabemos lo que ocurrió.

Lo importante es que descubramos que también nosotros hemos recibido unos talentos para negociar nuestra vida. Y, descubiertos, preguntarnos si realmente lo estamos negociando. O simplemente estamos viviendo de las rentas y mal gastando el tiempo y los talentos recibidos.

Y, quizás el matiz más importante es descubrir de qué forma los negociamos. Porque, nuestra vocación es comunitaria. Somos seres en relación, es decir, creados para relacionarnos en el amor. Un amor que nos ayuda a crecer como personas y a buscar el bien de los otros. Tú felicidad y la mía pasa porque los otros también sean felices.

martes, 21 de noviembre de 2017

Ante las dificultades que la vida les plantea a los hombres que buscan aparentar, pero vivir según sus proyectos e intereses, muchos se esconden en la apariencia y tratan de decir una cosa y hacer otra. Por eso, cumplir la ley no siempre dice la verdad, porque en ella se esconde también la mentira.

Ante todos estos problemas y apariencias, Jesús, al ser advertido de la presencia de su Madre y hermanos dejó muy claro que quienes pretenden ser sus discípulos, madre y hermanos tendrán que cumplir con la Voluntad de su Padre. Esos, los que lo hacen, serán su madre, sus hermanos y amigos.

Sabía lo que decía, pues su Madre fue la primera criatura que, obedeciendo la Voluntad de Dios, se sometió a su Voluntad. Ella fue la humilde de Nazaret, elegida para ser la Madre del Verbo encarnado, que, humillada ante el Señor puso humildemente su vida en sus Manos.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Uno de los frutos del Espíritu Santo es el don del temor a Dios. Un temor basado en la fe de que Dios lo puede todo y que podemos fallarle y quedarnos sin luz en nuestra lámpara. Será bueno estar vigilante y ser prudente, aunque sea por temor. En ese sentido el temor será bueno y hasta necesario.

Pero, nunca tener miedo, porque el miedo nos paraliza y nos deja inmóvil. Hay que tener fe y la fe siempre implica y exige riesgos. Así procedió Bartimeo el ciego. Oyó que pasaba Jesús y gritó por su compasión. Y no tuvo reparo ni miedo, a pesar de que lo mandaban a callar.

También nosotros experimentamos que Jesús pasa, y debemos proceder como Bartimeo. Aprovechar su paso y gritarle que queremos seguirle y que ilumine nuestra vida. Que nos llene de luz y fortaleza para dar ese salto que nos lleve a Él para que abra nuestros ojos y podamos seguirle con firmeza y fortaleza.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Las familias se unen y se sirven unas de otras. Esto da lugar al nacimiento de los pueblos. Sin embargo, el egoísmo, la envidia y la ambición los ha también enfrentados. Reconocer que todo lo que tenemos lo hemos recibido, puede ayudarnos a que la convivencia sea más justa y en paz.

Por todo ello, es bueno reflexionar y descubrir que los talentos son necesarios compartirlos, porque eso hace que la vida sea mejor y que todos sean más felices. Nuestra felicidad pasa también porque los demás sean también felices.

La razón del amor nace de la necesidad de descubrir que todo lo que hemos recibido está en función de poder compartirlo fraternalmente, pues lo hemos recibido de un mismo Padre que quiere el bien para todos sus hijos y ha repartidos dones y talentos entre ellos para que los pongan mutuamente al servicio los unos de los otros.

sábado, 18 de noviembre de 2017

Hay un gran problema en nuestra vida, y es que no sabemos discernir lo que es verdaderamente importante de lo que no lo es. Si esto es así, sucede que gastamos nuestro tiempo en conseguir cosas que no son importantes ni significan nada para nuestros más profundos deseos. Así, tomamos lo superfluo y dejamos lo verdaderamente importante.

Y, de esta forma, pasamos nuestro tiempo en el esfuerzo de atesorar cosas en este mundo, tales como bienes, obras de artes, riquezas…etc., que luego se quedan aquí y no son eternas, y dejamos de lado aquello que realmente nos da la vida eterna. Es decir, insistimos en lo caduco y desistimos de lo eterno.

Con este panorama, deducimos que mal gastamos nuestro tiempo y esfuerzo en cosas caducas, y no lo empleamos para insistir en pedir lo que verdaderamente nos interesa y a quién nos interesa. Es el caso que nos plantea el Evangelio de hoy sábado –Lc 18, 1-8- donde se nos anima a insistir y no desfallecer.

viernes, 17 de noviembre de 2017

La vida se pasa rápido y, en el mejor de los casos son pocos los días que puedes decir que eres feliz, porque en estas cosas del mundo no se encuentra la plena felicidad. Ni siquiera en este mundo. Todo es una antesala para llegar a la plenitud, que sólo está y se encuentra en el Señor.

Al final, descubriremos que cambiamos oro por basura, pues todo lo de aquí abajo es caduco. Sólo perdura y vale el amor. El amor vivido como referencia de servicio proyectado en los demás. De modo que quien pierda su vida, la gana. Y quien, aparentemente, la gana aquí abajo, descubrirá que la pierde.

Conviene abrir los ojos y escrutar dentro de nuestro corazón, pues en él está impresa la huella de Dios. Ese Dios que nos busca y nos advierte que sólo en Él está esa vida gozosa y plena de felicidad que todos buscamos, y que, quizás dormidos por el tintineo del mundo equivocamos el camino.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Y de igual forma, Jesús no vendrá con estruendo ni con ruidos que llamen la atención, porque Jesús no busca destacar ni sorprender. Jesús busca salvarnos y nos avisa con humildad y con su presencia en nuestro corazón. Se ha quedado dentro de nosotros y nos llama a vivir en el amor.

No pretendamos correr detrás de Él, porque cuando llegue el momento se dejará ver como relámpago fulgurante que brilla de un extremo a otro del Cielo. Ese es el Señor que vendrá a cumplir su Palabra y su Promesa. Pero, primero, padeció mucho y fue rechazado por esta generación.

No sabemos el día ni la hora. Nos lo ha repetido varias veces, y su venida será repentina, sin avisar, como rayo fulgurante, nos dice el Evangelio. Una venida llena de luz y de gloria, pues será para llevarnos con Él a la Vida Eterna. Esperanza que nos mantiene expectante y vigilantes. Vigilantes desde nuestro corazón, donde le encontramos y donde ya gozamos de su presencia.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Suele ocurrir,  incluso en las mismas familias, que se mueven y se relacionan buscando intereses. Sus amistades están fundamentadas en las conveniencias, favores e intereses. Y les señalan a sus propios hijos con quienes le convienen tener relaciones de amistad. Por eso, cuando este interés decae, el alejamiento y olvido nace repentinamente.

El Evangelio de hoy nos cuenta esa escena que muy bien retrata, no sólo aquella época de Jesús, sino todas las épocas, también la nuestra. De los nueves leprosos curados, sólo uno toma conciencia del regalo de su curación y vuelve para agradecerlo. Los otros nueves, curados, se han olvidado de quien los ha curado.

Igual nos puede estar ocurriendo a nosotros. Se nos ha dado la vida y la opción de salvarnos para la eternidad y hacemos mutis por el foro sin tomar conciencia de lo que realmente estamos haciendo. Nos olvidamos de quien nos ha salvado y no le reconocemos ni le damos gracias. Quedamos sometidos a las seducciones de este mundo y nos perdemos.

martes, 14 de noviembre de 2017

Es lógico y de sentido común que el empleado sirva al patrón, y cuando haya cumplido con su deber no espere a que se lo agradezcan, pues ha hecho lo que se le había mandado y para lo que se le había contratado. Su paga está incluida en su contrato.

Sin embargo, no sucede eso en muchos casos. Hay obreros que esperan más y se molestan si su labor no es correspondida con alguna recompensa o reconocimiento. Recibimos lo acordado, pero estimamos que merecemos más y pedimos más por nuestra labor y compromiso.

Algo así debe ocurrirnos a nosotros, pues habiendo recibido todo gratuitamente, queremos que se nos gratifique más por nuestras buenas obras. Supongo que si leemos el Evangelio de hoy –Lc 17, 7-1o- nos quedará todo bien claro. Nuestra recompensa está ya pagada y, simplemente, nos espera cuando hayamos cumplido con nuestra misión.

lunes, 13 de noviembre de 2017

En el Evangelio de hoy, Jesús dirige unas palabras muy duras a todos aquellos que son motivo de escándalo para otros, de forma especial para los niños: «Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños. Cuidaos de vosotros mismos.»

No se puede decir más claro, ni tampoco más duro. Debemos revisar bien nuestra vida y cuidar de lo que hacemos, porque podemos estar escandalizando a otros con nuestro mal ejemplo. Es posible que no nos demos cuenta, pero, no podemos justificarnos si nos quedamos tan tranquilos.


La reflexión, la oración y el discernimiento nos pueden ayudar a revisarnos y a esforzarnos en madurar y crecer en nuestros propios actos. La comunidad o el grupo nos pueden también ayudar a ver nuestros fallos y defectos y a corregirnos para no influir en aquellos que se fijan en nosotros, o que dependen de nosotros.