viernes, 31 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Lc 1,39-56
Tanto María como Isabel recibe el don de la maternidad. Todas las mujeres tienen esa opción de generar una nueva vida, pero no todas pueden realizarla. Es un don grandioso ser madre y una misión hermosa de dar al mundo nuevas personas para perpetuar la especie humana.

Una especie humana creada por Dios a su imagen y semejanza. Por lo tanto, no de cualquier forma sino para ser sus hijos y llamados a vivir en plenitud la Gloria Eterna que el Padre quiere compartir con sus hijos.

El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él -Rm 8, 16-17-.

jueves, 30 de mayo de 2019


Resultado de imagen de Jn 16,16-20
Jesús está con nosotros y entre nosotros. Nunca se ha ido, aunque en muchos momentos nos parezca que no está o que no lo vemos ni sentimos. Nos ha prometido estar con nosotros hasta el final y siempre cumple su Palabra.

Se va al Padre, nos dice en el Evangelio de hoy, pero permanece con nosotros, pues se ha quedado, bajo las especies de pan y vino, en la Eucaristía. Y en Él nos da también al Padre, porque si estamos con Jesús, nuestro Señor, estamos también con el Padre.

Por lo tanto, se trata de confiar y tener fe en lo que nos dice, porque sus Palabras siempre tienen cumplimiento. Y nunca perder de vista que al final de nuestro camino, nuestras tristezas se convertirán en gozo y alegría, porque el Señor vendrá por nosotros.

miércoles, 29 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 16,12-15

Las cosas no se aprenden de forma inmediata y se necesita tiempo, paciencia y disponibilidad, porque, el ser humano está sujeto al error y necesita quien le alumbre el camino de la sabiduría y de la verdad, la plena Verdad.

Jesús lo dice muy claro en el Evangelio de hoy: «Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir.

Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros». Más claro no se puede decir, ahora eres tú quien tiene que fiarte de su Palabra. Solamente de ti depende.

martes, 28 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 16,5-11 por Fano
Jesús nos lo ha repetido muchas veces, pero, aunque se presente un muerto no creemos seguro en Él. Justificaremos su presencia, la del muerto resucitado, con un extraterrestre u otros poderes. Ya lo dijo Abrahán en aquella parábola del rico epulón: Si no hacen caso a Moisés y los Profetas, tampoco harán casa a un muerto resucitado.

Era y es necesario que Jesús se haya ido al Padre, para que venga a nosotros el Espíritu Santo, que nos irá recordando todo y revelándonos todo lo que nos falta por entender y conocer. Nuestro camino es duro y, sin el Espíritu, quedamos a merced del demonio, del mundo y de la carne.

Y cuando Él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio; en lo referente al pecado, porque no creen en mí; en lo referente a la justicia porque me voy al Padre, y ya no me veréis; en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado.

lunes, 27 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 15,26—16,4
Jesús advierte que los discípulos están tristes y no quieren ni oír que  les va a dejar. No entienden nada y menos como pueden estar sin Él. Por eso les dice que conviene que Él se vaya, para que venga el Paráclito, el defensor.

Les advierte que ellos darán testimonio de Él, pero que también sufrirán y serán perseguidos. Y se los dice para que cuando ocurra se acuerden de que se los había dicho. También a nosotros, como creyentes y seguidores nos ocurrirá lo mismo.

Y lo constatamos y lo estamos viendo. El mundo es hostil a la Palabra de Dios y se le combate expulsándolo de lo público y queriendo arrinconarlo en las sacristías y en lugares que su voz no trascienda. Se nota en los ambientes esa hostilidad contra la Iglesia. Pero, el Señor ya nos lo había dicho.

domingo, 26 de mayo de 2019

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En el Evangelio de hoy, Jesús deja claro que quien no le ama, no le sigue ni guardará su Palabra. Y, por el contrario, quien le ama si la guardará y su Padre también le amará y habitarán en él. Es también evidente.

Jesús es enviado por el Padre, y quien ama al Hijo, amará también al Padre, así que ambos habitarán en él. Son supuestos y verdades que se desprenden de la Palabra que Jesús nos revela en el Evangelio de hoy domingo. Fiarnos de su Palabra es vital. Y eso tiene mucho que ver con el Espíritu Santo.

De ahí la gran importancia de conocerlo, reflexionarlo y constatarlo con nuestra realidad. Y de saber que recibiremos el Espíritu Santo, que ya ha venido a nosotros si estamos bautizados y nos, si se lo permitimos, iluminará, para que entendamos lo que no está a nuestro alcance entender y recordarnos lo que ya Jesús nos ha dicho.

sábado, 25 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 15,18-21
Cuando buscamos la paz del mundo experimentamos que tenemos que aceptar su juego. Un juego de poder, de triunfo, de ambiciones, de éxitos y hasta de mentiras. Y al final, esa paz no termina por llenarnos, ni exteriormente ni interiormente.

Y si nos revelamos contra el mundo siguiendo el camino, la verdad y el estilo de vida que nos sugiere y propone Jesús todo se nos pone en contra. Experimentamos entonces que el mundo nos rechaza y nos persigue.

Por lo tanto, al final seremos tratados como trataron a Jesús. El mismo nos lo ha dicho claramente: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros. Y esa es mi experiencia.

viernes, 24 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 15,12-17 por Fano
La vida, nuestras vidas, están marcadas por luchas y odios; por venganzas y enfrentamientos; por poder y riquezas. Y eso siempre nos conducirá a luchas internas y externas; a envidas y venganzas; a violencia y guerras.

Sin embargo, experimentamos que cuando nos vaciamos de esas apetencias y cuando nos damos gratuitamente, todo cambia y todo se ve desde otra perspectiva y sentido. Se busca el bien sin pensar en uno mismo sino en crear espacios y circunstancias de justicia, verdad y misericordia.

Y se encuentra el gozo y la paz y desaparece la envidia, el egoísmo y los deseos de venganza. Se favorece la reconciliación y la concordia. No hay por qué luchar ni por qué enfrentarse. Todos somos respetados y lo que hay se comparte. Un mundo que en el fondo todos buscamos y queremos, pero pocos se abren a ese estilo de amar.

jueves, 23 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 15,9-11
Las consecuencias de los conflictos y los enfrentamientos entre los pueblos no mejoran las relaciones entre los hombres. El poder, la riqueza y todo por lo que se empeñan en luchar y disputarse no les da ni la paz ni la felicidad. Se pasan los siglos enfrentados, vigilándose unos a otros y en estado de alerta.

Toda esa situación provoca malestar, tristeza e injusticias. Mientras uno debaten, pleitean y se insultan, eso sí, viviendo en la abundancia, de comilonas en comilonas, viajes y toda clase de lujos, otros, sufren sus enfrentamientos y se debaten en la pobreza y el hambre.

Y eso, parece que les gusta a los que están arriba. Sabiendo que hay una propuesta presentada por Jesús de Nazaret, y que dio su Vida por ella, de Amor, y que poniéndola en práctica se suavizan todos los problemas y se establece la paz y la concordia, miran para otro lado.

miércoles, 22 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 15,1-8
Jesús, conoce nuestra manera de obrar y sabe de nuestras inclinaciones. No obstante, es el Hijo de Dios enviado a revelarnos y darnos a conocer las intenciones del Padre y a manifestarnos que también es nuestro Padre, y a descubrirnos que sin Él no podemos hacer nada.

En el Evangelio de hoy nos lo revela claramente y nos lo dice muy claro: Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Sus Palabras no dan lugar a duda ni plantean ninguna discusión.

Se acepta o no se acepta. Somos libres y el Padre nos deja actuar libremente. También el Hijo nos propone el mensaje del Padre sin imponernos nada. Puedes hacer lo que creas, pero, eso sí, sabes ya de antemano que, sin permanecer en el Señor, como el sarmiento en la vid, no podrás dar frutos.

martes, 21 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 14,27-31a
La paz exterior está rota por el odio, la venganza, el egoísmo, los enfrentamientos, la soberbia…etc. Los hombres y las mujeres se sienten incapaces de lograrla y eludir esa violencia que se produce afuera, pero que procede de dentro.

Y es que dentro tampoco encontramos esa paz que nos dé serenidad, tranquilidad y sosiego. Necesitamos la paz que nos propone nuestro Señor Jesucristo. Él da la paz, tanto exterior como interior. Una paz que nos limpia el corazón y lo despoja de todo aquello que lo violenta y lo resquebraja.

Porque, en Él encontramos el gozo de dar y darnos, de compartir fraternalmente, de buscar el bien de los demás y de compartir en igualdad y justicia. Porque, con Él ya no hay enfrentamientos ni deseos de tener, porque sólo con Él nos basta y nuestra paz nos llena plenamente de felicidad.

lunes, 20 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 14,21-26 visto por Fano
La coherencia es necesaria. Si rezamos es para suplicar fuerza, luz y voluntad para luego buscar y comprometernos en ser luz para otros y apoyo en sus necesidades o problemas. El amor no es una palabra sino obras que se concretan cuando aparece la necesidad.
                                   
Pero, ¿qué cosas o leyes debemos guardar y vivir? Jesús nos habla de sus mandamientos y la pregunta que nos surge inmediatamente es, ¿conocemos sus mandamientos? Pero, más que conocerlos, ¿los vivimos aplicándolos en nuestras vidas?

Esa es la cuestión. Jesús nos promete que aquellos que guardan sus mandamientos son los que le aman. Y los que me amen serán amados por mi Padre. Y, agrega Jesús, que Él le amará y se manifestará a él. Y, será el Espíritu Santo quien nos enseñará y recordará todo lo que Jesús nos ha dicho.

domingo, 19 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 13,31-33a.34-35 visto por Fano
Los cristianos aunque llevamos signos no nos distinguimos fundamentalmente por eso. Es verdad que eso nos señala como cristianos de esta orden o de otra, pero no es el signo verdadero que nos distingue como cristianos aunque llevemos muchos.

Hay un signo que nos identifica y que no tiene margen de error, el amor. Sólo al ver y comprobar cómo se aman entre sí los identifica como verdaderos cristianos y seguidores de Cristo Jesús. Saben ya lo que pueden esperar de ellos.

Esa es la señal que convence y que transforma. Todos esperan ver testimonios y pruebas de ver reflejados en unos y otros el amor mutuo que se profesan. Y ese amor no es sino el resultado del esfuerzo de tratar de preocuparse y buscar el bien de unos y otros.

sábado, 18 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 14,7-14
Ahora, la pregunta es, ¿cómo conocemos a Jesús? Sin lugar a duda, en la Iglesia. Porque, en la Iglesia escuchamos su Palabra y, al compartirla con los demás, vamos conociendo lo que Jesús nos dice y los que nos manda.

También, en la Iglesia, vamos ejercitándonos en eso del amor al llenarnos de paciencia, al soportarnos, al ser solidarios y, sobre todo, fraternales unos con los otros. Es decir, vamos aprendiendo a amarnos.

Porque, el amor es paciente, es manso, es misericordioso, no tiene envidia, no toma en cuenta el mal recibido, no se regocija en la injusticia, se alegra con la verdad, todo lo sufre, todo lo espera, todo lo cree, todo lo soporta…

viernes, 17 de mayo de 2019

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Entre los primeros objetivos que el ser humano se traza en su vida, sobre todo a la hora de emanciparse de sus padres es buscar una casa o mansión. De eso, precisamente, nos habla Jesús en el Evangelio de hoy.

Nos ha prometido venir a buscarnos y mientras se ha ido a prepararnos una mansión en la Casa de su Padre. Una mansión a la que nos llevara cuando venga en su segunda venida, que nos ha prometido y que cumplirá.

Porque, la Palabra del Señor siempre ha sido cumplida, tanto las profetizadas sobre su Persona como las que Él nos ha prometido como enviado de su Padre. Por eso, nuestra alegría es inmensa y esperanzada, pues tenemos una mansión reservada en la Casa de nuestro Padre Dios.

jueves, 16 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 13,16-20 por Fano
La dignidad del hombre le viene por ser hijo de Dios. Esa dignidad reclama para él todos los derechos de la persona humana y la misma igualdad. Nadie, pues, puede considerarse mejor que otro ni, incluso, mayor, porque todo lo que tiene le ha sido dado.

Ahora, es verdad que unos están más dotados que otros, y sus cualidades son superiores a otros. Lo observamos en las múltiples habilidades que desarrollan las personas en diversos sectores tales como el deporte, la ciencia, la manualidad y otros.

Pero, todo eso está dispuesto de esa forma para que unos, habiendo recibido más que otros, pongan esos dones o cualidades al servicio de los demás. Quien más ha recibido, más debe servir en pro y bien de los demás. De esa forma el mundo irá mejor y el mandato del amor tiene verdadero cumplimiento.

miércoles, 15 de mayo de 2019

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El hombre es un ser en relación. Ha sido creado por Dios para amar, y ese amor tiene que derramarlo en los demás, pues de hacerlo en sí mismo caería en egoísmo. Relacionarme con Dios al margen de los demás es no conocer a Dios y estar en un camino equivocado.

Dios nos manda a amar y envía a su Hijo para que nos enseñe la forma de amar. Jesús es el enviado y nos revela el amor del Padre mostrándonos su estilo de vida hasta el punto de dar su vida por nosotros. No hay amor más grande que dar la vida por el otro.

Esa es la Voluntad del Padre, amarnos los unos a los otros. Y Jesús, el Hijo predilecto, es el elegido para encarnado en Naturaleza humana mostrando el camino y el Rostro del Padre. Sin Jesús no podemos amar ni conocer al Padre, y menos amar a los hombres, condición imprescindible para amar a Dios.

martes, 14 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 15,9-17
En la vida no se nos presenta con facilidad sostener y preservar la vida misma, valga la redundancia. Se hace difícil por los diversos obstáculos y peligros que hay que sortear. Es una lucha diaria el precio que tenemos que pagar para sostenerla firme y libre.

Hay muchos okupas que la amenazan y con los que tenemos que tener cuidados. Son peligros inmediatos y muy cercanos a nosotros. Incluso, viven en nuestro interior y cohabitan diariamente con nosotros en nuestra vida. Son la envidia, el odio, la venganza, la soberbia, el egoísmo… etc. y muchos más.

Todos ellos tratan de desviarnos, de descentrarnos y de arrebatarnos la propiedad, nuestra alma, que pertenece a nuestro Padre Dios. Tratan de ocupar nuestro lugar y robarle a Dios nuestra alma. Tenemos armas para lucha que no debemos dejar de usar. Son la confesión y la Eucaristía. Con ellas vencemos.

lunes, 13 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 10,1-10
Se hace necesario escuchar y oír para conocer, porque, quien no escucha no podrá conocer. Y si no conoce no puede oír la voz que le llama y le       señala el buen camino. Por eso, hay que oír y escuchar la voz del Señor, para que, conociéndole poder seguirle.
                 
Y la manera de conocer al Señor es leer y conocer su Palabra. Y también escucharla en la Eucaristía abriéndose a la acción del Espíritu Santo. Porque, la única puerta por donde se entra en la verdad y en la Vida Eterna es por el Señor.  Nos lo dice muy claramente.

Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon. Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto. El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

domingo, 12 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 10,27-30 por Fano
Necesitamos abrir nuestros oídos, porque no escuchar es muy arriesgado. Quien no oye no escucha. Y quien no escucha no conoce la voz del Buen Pastor. Por eso, es muy importante escuchar para conocer. Por lo tanto, unos de los peligros más grandes que tenemos en este mundo es nuestra propia sordera.

Luego, si no escuchas al Señor escuchas al mundo y cada vez te alejas y te encuentras más lejos del Buen Pastor. Cerrado, pues, a la llamada de Dios te cierra a su llamada y pierdes tu sintonía con Él. Quedas a merced de demonio que sabe como alejarnos más y engañarnos con muchos pastores falsos.

Así quedas relegado a pastar en otras pasturas que no sacian ni dan la vida eterna, aunque tú la buscas neciamente. Porque, sólo siguiendo al Buen Pastor podrás encontrar esa Vida Eterna que Jesús, el Buen y único Pastor te promete y te ofrece.
Resultado de imagen de Jn 6,60-69 según Fano

Cuando la razón empieza a madurar en nuestro corazón lo endurece y ya le cuesta creer muchas cosas. Sobre todo aquellas que no entran en su cabeza. La fe se tambalea y eso de comer su Cuerpo y beber su Sangre es algo que no cabe en nuestra mente.

Sin lugar a duda, es una doctrina dura, por eso se nos ha dado la fe. Fe que tenemos que pedir y buscar. Y en esa medida todo se va asimilando, porque, quien es capaz de resucitar es capaz de todo. Porque, quien es capaz de devolver la vista a un ciego, es también capaz de todo.

Por eso, mirando a Jesús desde su Resurrección y contemplando su estilo de vida y sus Obras, abrimos nuestro corazón como el de un niño y creemos en su Palabra. Porque, Tú, Señor, tienes Palaba de Vida Eterna.


sábado, 11 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 6,52-59
Hay razones para aceptarlo. La fe no es algo sin sentido, sino que es deducible y razonable, pues ver como una Persona resucita a otra, caso de su amigo Lázaro, o devolver la vista a un ciego son testimonios que dejan claro su Poder.

Y ese Poder culmina con su propia Resurrección. Todo lo demás se da por añadidura y no hace falta preguntar más. Algo así como cuando los apóstoles llenaron la red, siguiendo la orden de Jesús, de peces después de estar toda una noche bregando.

Y, fue entonces, cuando Juan, unos de sus discípulos más intimo, advirtió que aquella persona que estaba en la orilla no podía ser sino Jesús. Y salió de su boca, ¡es el Señor! Y Pedro salió a su encuentro, pero ninguno se atrevió a preguntarle nada. Sabían que era el Señor. Quizás también tú lo sepas, ¿quieres preguntárselo?

jueves, 9 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 6,44-51
Para toda persona la vida es lo más grande. Cualquier deseo pasa por tener salud y vivir, y todos los esfuerzos que hacemos en la vida van encaminados a cuidarla y a preservarla. Es el valor más grande.

Solemos decir, “siempre que hay vida, hay esperanza”. Mientras vivimos tenemos un tiempo precioso, y tan precioso, que de su verdadero aprovechamiento dependerá que nuestra vida sea eterna y plena.

Y esa es la oferta que Jesús nos hace, pues nadie mejor que Él sabe de nuestros anhelos y deseos. Da certeramente en la diana de nuestro corazón cuando nos dice: En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida.

miércoles, 8 de mayo de 2019

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Jesús nos propone eso y nos lo dice claramente y sin rodeos: Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis.  Y también nos descubre que no le creemos.

Realmente es así, conocemos su Palabra, al menos sobre ese respecto, pero no terminamos por convencernos. Sin embargo, seguimos buscando donde nunca vamos a encontrar. Realmente, nuestro corazón está endurecido y sometido al poder de las tinieblas.

Y necesitamos salir de esa oscuridad. Y no lo haremos permaneciendo en y con las cosas de este mundo. Sólo lo conseguiremos acudiendo al Señor y comiendo de es Pan de Vida Eterna que Él nos está ofreciendo.

martes, 7 de mayo de 2019

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El hombre es libre de creer o no creer. Jesús, el Hijo de Dios, enviado por el Padre para revelar a los hombres su Voluntad, marca la plenitud y la hora de nuestro rescate y salvación. Él entrega su Vida para dárnosla a nosotros, resucitando, por y para Gloria del Padre, de entre los muertos.

Y lo hace, para señalarnos que los que creen en Él tendrán también el mismo camino. Resucitaran en el último día. Es esa la Voluntad del Padre, nos dice el Señor hoy en el Evangelio. Sólo falta que nosotros creamos en su Palabra. De ti depende.

Jesús es el Pan bajado del Cielo y la plenitud de todos los tiempos. Él representa el verdadero y único Pan de Vida Eterna. No el maná que el pueblo recibió para su sustento en su camino por el desierto. Ahora se trata del alimento perdurable que salta hasta la Vida Eterna.

lunes, 6 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 6,22-29
Buscamos siempre el interés material y pasamos por alto todo lo demás. Nuestras necesidades espirituales nos son ajenas y no advertimos sus necesidades. Destacamos en Jesús sus signos de poder para saciar nuestra hambre y eso es lo que nos atrae y por lo que le buscamos.

Somos necios, pues no advertimos que todo esto de aquí abajo es perecedero y sus días están contados. Para qué tanto afán y tanta búsqueda si al final todo se desmorona y termina desapareciendo. Todo lo que perece no tiene gran valor.

Importa, entonces, lo que da la Vida Eterna. Es de eso de lo que nos habla Jesús. El alimento perdurable que no desaparece nunca sino que nos alimenta hasta la Vida Eterna. Es ese alimento el importante y el que vale la pena buscar.

domingo, 5 de mayo de 2019

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Tiberíades era un lugar nostálgico que recordaba el comienzo de una nueva esperanza en la vida de los apóstoles. Muerto Jesús, decepcionados y fracasados se retiraron al lugar donde había comenzado todo. Y allí, con la esperanza perdida decidieron regresar de nuevo al oficio de pescador.

Aquellas palabras de Jesús que les iba a hacer pescadores de hombres estaban ya en el camino del olvido. Volvían a la rutina de sus vidas pasadas. Todo volvía a ser igual y, después de estar toda una noche bregando, la decepción era mayor. No habían pescado nada.

Es entonces cuando Alguien desde la orilla les sugiere volver a echar la red, pero ahora a la derecha. Y, sin saber cómo, lo hacen y el asombro es grande. Sacan la red cargada de peces. ¿Qué ha sucedido? Es el Señor advierte Juan y Pedro se lanza rápidamente en su búsqueda. ¿Qué hacemos nosotros?

sábado, 4 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 6,16-21
En muchas ocasiones hemos experimentado miedo. Miedo de perder esto; miedo de no lograr lo otro; miedo de suspender este examen o esta prueba, y así muchas cosas. De alguna manera esos miedos influyen positivamente o negativamente en nuestras vidas y condicionan nuestra manera de ser y actuar.

La oscuridad, el mar embravecido y las tormentas son amenazas y peligros que nos dan miedo. Y esos miedos nos hacen perder nuestra dignidad y nos apartan de nuestro camino. Los apóstoles estaban, tras la muerte de Jesús, encerrados en el cenáculo por miedo.

Quizás también nosotros nos encerramos en nosotros mismos por muchos miedos. Hoy, Jesús nos sale a nuestro encuentro caminando sobre las aguas. No como un signo de lucimiento, sino como signo de poder sobre las cosas creadas y sobre el demonio. En Él y con Él podemos dejar de tener miedos.

viernes, 3 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 14,6-14
Cada cual deduce sus propias conclusiones y se forma una idea de Dios. Podemos decir mejor que fabrica un dios según sus ideas y pensamientos. No advierte que está guiado por sus apetencias, sus gustos, sus pensamientos y asediado por el demonio.

Se deja llevar por sus sentimientos y no descubre que Jesús, el Hijo de Dios, ha sido enviado para darnos a conocer al Padre y enseñarnos a dejarnos llevar por el Espíritu Santo. En definitiva, nos da a conocer al Dios Trino.

Y, quizás, nos ocurra como a Felipe, que no lo vemos, porque no nos damos cuenta de lo que nos dice Jesús. Y si no escuchamos a Jesús no podremos conocer al Padre, porque, Jesús, el Hijo, es el Rostro del Padre.

jueves, 2 de mayo de 2019

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Por nuestra experiencia observamos que todo lo de aquí abajo, a pesar de darnos momentos de placer y satisfacción, son cosas pasajeras. Al final no nos llena plenamente y, menos, eternamente. Pasan y son perecederas. Y lo que perece no vale.
                          
Lo de arriba está por encima de todo porque pertenece al cielo y es eterno. El Señor no es de este mundo y su Reino permanece siempre. Es pleno y eterno. Por lo tanto, caminar con la mirada puesta en este mundo es perder el tiempo, tesoro de nuestra vida y en el que podemos ganar la eternidad.

Procede entonces levantar la mirada y mirar hacia arriba, porque es de arriba de donde viene el Señor y Él está por encima de todo. Nuestra vida, aquí abajo, tiene sus días contados y, de agarrarnos a ella, sin esperanza. Nuestra esperanza está en Aquel que viene de arriba y nuestra fe en Él nos da la Vida Eterna.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 3,16-21
No es fácil llegar a acuerdos con los otros. Sobre todo, si buscan satisfacer su propio egoísmo, porque eso, que para ti es tu objetivo, para otros puede significar un mal, y el mal siempre rompe las relaciones porque es injusto.

Pero, para pararlo es necesario perdonar por encima incluso de la justicia. Es decir, que aún teniendo la razón hay que llegar a entendernos y a perdonarnos para establecer la paz y la concordia.

Hay muchos pueblos, familias, grupos, Iglesias…etc, enfrentados. Y, quizás, cada cual tenga sus razones, pero, para tratar de dialogar, de respetarse, de unirse necesitan perdonarse por encima de sus derechos y justicia. Porque, el amor está por encima de la ley. Y es que así nos ama Dios y en correspondencia, si queremos obedecerle, tendremos que amar igual.