miércoles, 31 de marzo de 2021

 

Estos días, al menos yo los siento así, son festivos y de gran alegría. ¡No, una alegría festiva y celebrativa, sino una alegría como si de un parto se tratara! Es el dolor y sufrimiento que da paso a la Resurrección y la eternidad. Es el dolor que, previamente hay que aceptar para nacer.

Nacer a una Vida Nueva se genera y cuece en el dolor y sacrificio desde donde brota el amor. Nacer a una Vida Nueva brota del, previamente, sumergirse en el agua del Bautismo y morir al hombre viejo, para nacer a ese hombre nuevo que está llamado a la Vida Eterna en pleno gozo y felicidad.

Por tanto, vivamos, estos días celebrativos, con perspectiva de eternidad y alegría, sabiendo que la puerta de entrada se esconde en el amor, que exige entrega, dolor y sufrimiento como signo de compromiso y de prueba de prueba de despojo, de libertad y de entrega gratuita al prójimo necesitado. Amén.

martes, 30 de marzo de 2021

 

A veces pienso que cada día de mi vida supone para Ti, Señor un día de cruz y de pasión por mis pecados. Tú te entregas voluntariamente para liberarme de esa esclavitud del pecado. Sin embargo, yo continúo con mis infidelidades y pecados. ¡Cuánto amor, Señor!

Y, a pesar de tu Amor, yo no cambio ni tampoco se conmueve mi corazón. Experimento vergüenza y remordimiento, pero no quiero desesperar como Judas, sino quiero esperar, llenarme de paciencia y confiar en tu Palabra Misericordiosa. ¡Perdóname, Señor!

Quiero, Señor, convertir mi vida desde lo más profundo de mi corazón. Dejar todo lo que me impide seguirte y caminar tras tus pasos. No sé cómo hacerlo, pero confío en Ti y en tu Palabra, y, abandonado en tus Manos, Dios mío, me entrego con todas mis fuerzas. Amén.

lunes, 29 de marzo de 2021

 

María prepara al Señor, le perfuma y le dispone, de alguna manera premonitoria como el perfume de nuestra vida. Porque, Jesús es el perfume del amor que nos da ese olor amoroso y misericordioso que da sabor y dulzura a nuestra vida. Pero, eso supone primero su Muerte.

Una muerte voluntaria y entregada por amor. Una muerte que se fragua en el día a día de su disponibilidad, de su darse, de su ternura, de su palabra y de su misericordia infinita. Una muerte entregada con verdadero amor misericordioso y lleno de paciencia y ternura.

Y ofrecida con el dolor que, lejos del sacrificio económico, y de la última palabra, significa y esconde el gozo y la felicidad de la Resurrección. El triunfo de la vida sobre la muerte y el gozo del triunfo del amor. ¿No se merece Jesús que le entreguemos el mejor perfume de nuestra vida?

domingo, 28 de marzo de 2021

Esto ocurrió para que nosotros nos diésemos cuenta del verdadero Amor de nuestro Padre Dios. Encarnado en Naturaleza humana, entregó su Vida por Amor y nos indicó el único y verdadero camino de salvación: Amar como Él no ama. Y eso exige verdadera humildad.

Hoy, cada día y en cada Eucaristía, Jesús se ofrece en un sacrificio incruento y bajo las especies de pan y vino por y para la redención de toda la humanidad. Sigue el triunfo del Amor salvándonos, y solo por medio del amor el mundo alcanzará la salvación.

Por tanto, la Cruz es signo de salvación. Y eso es lo que celebramos en este tiempo de la Pasión y Muerte del Señor. El triunfo del Amor sobre la muerte. Un Amor que nace desde la humildad y la sencillez. Un Amor que se da libremente, gratuitamente.

sábado, 27 de marzo de 2021

 

El tiempo ha pasado, pero el problema no. Hoy sigue ocurriendo lo mismo. El problema sigue presente. ¿Por qué?, podemos preguntarnos. La respuesta es categórica, porque, Jesús no se ha ido. ¡Vive!, y sigue vivo en cada uno de sus discípulos del siglo XXI proclamando su Palabra.

Y, hoy, continúa sucediendo lo mismo. Le persiguen, ahora en su Iglesia en cada uno de sus seguidores, porque, su voz, su Palabra, molesta a los ricos y poderosos que quieren gobernar y ordenar el mundo según sus ideologías e intereses. Por tanto, nada ha cambiado a ese respecto

Todo sigue igual. Jesús renueva, por amor, cada día su sacrificio incruento en cada Eucaristía. Y, muchos de sus seguidores se unen a Él para ofrecer sus vidas a su Muerte de Cruz. Indudablemente, Jesús Vive y su Palabra  se sigue oyendo. Amén.

viernes, 26 de marzo de 2021

 

Jesús no solo se limita a anunciarlo, sino que lo demuestra con sus obras. Incluso, a ellas se remite cuando los fariseos y escribas no le creen y le rechazan. ¿Suponía Jesús algún peligro para el pueblo? ¿O eran los que gobernaban el pueblo los que se sentían amenazados?

Posiblemente, esa era la razón. Los sumos sacerdotes, escribas y fariseos sentían amenazados sus propios intereses y, atenazados por el miedo, decidieron detenerlo, pero, Jesús, a pesar de que querían prenderle, se les escapó de las manos. Igual sucede hoy, muchos quieren derribarle, pero Jesús se mantiene vivo.

Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado antes bautizando, y se quedó allí. Muchos fueron donde Él y decían: «Juan no realizó ninguna señal, pero todo lo que dijo Juan de éste, era verdad». Y muchos allí creyeron en Él