Es
de suma importancia saber de quien te puedes fiar y, sobre todo, dejarte guiar
por él. El mundo – demonio y carne son los peligros con los que tendrás que
enfrentarte y de los que no puedes fiarte ni dejarte guiar por ello. Sólo la
Palabra de Dios es la guía de la Buena Noticia.
Madre,
no solo dijiste sí sino que entregaste tu vida a la Voluntad del Padre para
que, de ti, naciera el Mesías prometido que nos libra de la esclavitud del
pecado y de la condenación eterna. Gracias María por tu Fiat – hágase – como
respuesta. Amén.
En la medida que avanza tu vida, pronto descubres que la felicidad que buscas no está al alcance de tu mano. Sí, tienes momentos felices pero se te escapan y no puedes retenerlos. Experimentas impotencia porque se te escapa la vida y no encuentras esa felicidad que buscas. Y es que aquí, en este mundo, no está lo que buscas.
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