Conocer el recorrido y los
peligros a sortear, te dará fortaleza, perseverancia y esperanza. Y alumbrará
tu vida. Conocer que el Dios Creador ha enviado a su Hijo para, a los que crean
en Él, darle Vida Eterna, enciende tu corazón y te llena de paz y alegría.
El camino no es fácil, pero
conociendo que la meta es la crucifixión, encontrarás más fuerzas para, poco a
poco, y en la medida que recorras el camino, soportarlo y aceptar crucificar tu
vida junto y a los pies de la del Señor Jesús. El dolor será inevitable, pero
en Él esperamos soportarlo y hacerlo fuente de vida eterna.
A simple vista parece
una contradicción. ¿Cómo en el dolor se puede encontrar la paz, gozo y alegría?
Sólo si te abandonas, con tu cruz, en la Cruz del Señor, encontrarás paciencia,
alegría y esperanza de resurrección. Porque cuando te das, recibes. Y si das
amor recibirás amor. Y el amor sólo contiene alegría, paz y felicidad eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.