martes, 13 de junio de 2017

La Palabra de Dios contagia cuando es verdadera Palabra. Y eso se produce cuando la Palabra sincroniza con la vida. De tal forma que lo que se escucha se acoge, se guarda en el corazón y se lleva a la vida. Nace así el testimonio. Y cuando el testimonio viene de la Palabra de Dios escuchada y vivida, atrae y es acogida en el corazón.

Porque la Verdad es la Palabra, y el hombre busca y quiere la Verdad. La Verdad que no miente, que no seduce para engañar y que coincide con la justicia y el amor. Una Verdad que se hace vida y llena de felicidad. Una Palabra verdadera que viene de quien da testimonio de lo que dice y hace.

Una Palabra que se cumple en su integridad y que nunca falla. Una Palabra que nos habla del gozo y la felicidad de vivir eternamente en la Casa del Padre. De donde hemos venido y a dónde iremos de nuevo. Una Palabra esperada que está sellada en nuestro corazón y que al escucharla lo despierta y enciende.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.