Cuando
las cosas se ponen difícil e interrumpe tus comodidades, tus apetencias, tus
placeres, gustos e intereses, el amor deja de ser satisfactorio, apetecible y
se hace duro amar. Porque, amar es un compromiso. Así nos ama nuestro Padre
Dios.
Señor,
caminando por donde Tú nos señalas encontraremos con seguridad esa paz y gozo
que siempre buscamos. Es verdad que, a
veces el camino es duro y no lo entendemos, pero, si es el propuesto por Ti, es
el bueno, porque, Tú eres Camino, Verdad y Vida.
Hay
una bandera que distingue y que donde se enarbola hace todo nuevo. Lo experimentas
cada vez que amas, porque, el amor hace todo nuevo y, en consecuencia, cuando
se hace presente, el mundo se llena de verdad, de justicia y de paz.
Después de vivir y darse amorosa y misericordiosamente a todos, pero, de forma especial a los pobres y necesitados, Jesús nos manda a hacer lo mismo a todos nosotros. No nos deja solo, sabe de nuestra debilidad. Por y para eso nos envía el Espíritu Santo.
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