Si
tus pecados no te condenan eternamente, si tendrás que pagarlos durante el
tiempo que Dios disponga en el Purgatorio hasta saldar tu deuda pecadora. Se
aprecia claramente en el Evangelio de hoy. Conviene, pues, ¡si te parece!, ir
lo más limpio posible.
Necesitamos
testimonios que nos levanten el ánimos y nos den ejemplos motivadores para
emularlos y fortalecernos también nosotros en esa lucha diaria por vivir en la
misericordia y en el amor gratuito al estilo del que nos ha enseñado Jesús.
Amén.
La Misericordia de Dios es Infinita, pero eso no significa que todo el mal que haya hecho en este mundo debas reponerlo y pagarlo. Eso explica y tiene mucho sentido la existencia del Purgatorio, lugar donde se purgan los pecados cometidos. ¡Y se debe pasar muy mal!
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