Se trata de estar
disponible y atento a las necesidades de los que carecen de lo más
indispensable y necesario. Se trata de movernos y estar abiertos con un corazón
generoso y fraterno a servir y ayudar al necesitado. Esa es la actitud a la que
nos invita Jesús.
No podemos mirar
para otro lado. Turquía y Siria han sufrido la tragedia de un terremoto y
tenemos que estar con ellos. Al menos en el espíritu y la fraternidad
espiritual de la oración. En este momento tu oración y penitencia puede ser
fortaleza para ellos. Amén.
Es contradictorio mostrarse cristiano creyente y seguidor de Cristo Jesús y dar la espalda o mirar para otro lado ante las necesidades de los demás. El amor a Jesús nos proyecta en el amor al prójimo. Y si no es así nos estamos engañando a nosotros mismos. Porque, si crees y sigues a Jesús tienes que fijarte en aquellos que pasan necesidades.
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