Esa es nuestra
misión y nuestro principal trabajo: mantener y sostener nuestro corazón limpio
de cizaña para que nuestra cosecha sea buena y dé trigo en abundancia. Y eso nos
exigirá cuidados y esfuerzos que nos libren de la siembra de la cizaña en
nuestros corazones.
Estar rodeado de
buenos amigos es el camino correcto para sostenernos junto al Señor. Quitar las
malas hierbas de la tierra de nuestro corazón nos será de gran ayuda para
sostenernos limpios y en la Voluntad del Señor. Pidamos por intercesión de
Santa Marta que estemos siempre en amistad y junto al Señor.
Ser un buen
cristiano nos exigirá alimentarnos del Pan Eucarístico que nos fortalezca
plenamente de una actitud solidaria de caridad y amor misericordioso. Porque,
sin caridad no hay amor ni limpieza de corazón. Si nos falta el amor
significará que nuestro corazón está mezclado de cizaña, y nuestro trigo no
alcanza a dar buenos frutos.
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