viernes, 12 de agosto de 2016



Todos estamos de acuerdo que si el mundo tuviese más amor, todo iría mejor. La solución para este mundo sería, pues, adoptar lo que Jesús nos ha dejado como mandato: “Os doy un mandamiento nuevo: amaos los unos a los otros.

Así como yo os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán que vosotros son mis discípulos: en el amor que os tengáis los unos a los otros. Es obvio que viviendo en este mandato sería difícil encontrar problemas en nuestro mundo. 

La pregunta se cae de madura: ¿Por qué, entonces, no ponemos en práctica esta regla? ¿Qué nos impide llevarla y vivirla en nuestras vidas? Realmente, ¿queremos que se arreglen los problemas en este mundo? ¿Pensamos que todos los hombres son iguales en derechos y dignidad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.