Una buena noticia significa que lo que encierra en sí misma es bueno para todos. Y si es bueno para todos conviene que todos la conozcan. Pues bien, la Noticia que nos trae Jesús es la de nuestra salvación eterna. Una salvación que ya nosotros, desde que el hombre existe, hemos perseguido y buscado.

                      

¿Y en qué consiste esa salvación? Pues, precisamente lo que tú buscas, la felicidad eterna. ¿Qué perseguimos en este mundo? El gozo en plenitud. No queremos morir sino vivir y vivir en paz y felicidad. Pues, de eso se trata. Jesús nos viene a traer y a regalar esa felicidad que buscamos.

Y será una pena que muchos se lo pierdan por ignorarla. Por eso, tú y yo estamos obligados a proclamar esa noticia. No sólo de palabra, sino también con nuestra actitud y obras en la vida. Nuestro bautismo nos compromete y en él recibimos al Espíritu Santo, que nos ayudará a cumplir esa misión y que su cumplimiento no da ya esa felicidad que buscamos.