También nos ocurre que nos incomoda salir de nuestras comodidades y seguridades, y todo lo que supone arriesgarnos y despojarnos de todo lo que supone para nosotros nuestra seguridad lo rechazamos aunque tengamos deseos de aceptarlo.

Se impone nuestras apetencias y nos someten nuestras concupiscencias y deseos hedonistas de satisfacer todos nuestros apetitos que nos dan gozo y felicidad. Pero, también experimentamos que todo eso pronto se evapora y genera un vacío de insatisfacción.

Al final nos damos cuenta que la mejor opción es la que nos ofrece Jesús. Confiar y creer en su Palabra, porque es Palabra de buen camino, de verdad y de vida. Porque, creyendo y confiando en ella encontramos eso que tanto buscamos en cosas corruptas y perecederas.