La fe no se puede adquirir ni comprar. Es un don de Dios y, como tal, solo la podemos recibir gratuitamente y como regalo de Manos de Dios. Pero, eso presupone, primero, fiarnos y confiarnos en el Amor y Bondad de nuestro Padre Dios, que busca nuestra salvación.

Todos sabemos que un padre busca nuestro bien, aunque a veces nos castigue y nos haga sufrir. En el fondo él lo que quiere es prepararnos para que las cosas nos vayan bien y seamos felices. Si eso lo hace un padre de la tierra, cuánto más nuestro Padre del Cielo.

Dios, nuestro Padre, quiere que seamos felices, pero nos ha creado libres y desea que nosotros, como hijos libres, creamos en Él y confiemos en su Palabra. Por lo tanto, nos dará la fe en la medida que nosotros la busquemos y la pidamos. Está esperando que se la pidamos para dárnosla. Gracias Padre.