La Vida Eterna es lo que todos, conscientemente o ignorantemente, buscamos por diferentes caminos. Unos la buscan en el mundo creyendo que en él la encontrarán y, a pesar de que la propia experiencia les descubre que todo lo de aquí abajo es caduco, siguen esclavizados y sometidos a él.

Sin embargo, otros experimentan ese encuentro que les descubre la verdadera salvación. Un encuentro con Jesús, el Hijo Dios, de donde únicamente puede venir esa Vida Eterna. Porque, sólo Él ha vencido la muerte resucitando después de entregarla por nosotros.

Y esa es nuestra fe, y en Él, como el centurión, creemos y confiamos. Su Palabra es Palabra de Vida Eterna. Y le pedimos que nos dé la Gracia y la fe para confiados y esperanzados en su Palabra tengamos la firmeza y la perseverancia para adherirnos a su Espíritu y alcanzar la Vida Eterna prometida a los que en Él creemos. Amén.