Observamos que hay muchos problemas de convivencia, de injusticias y de abusos entre las personas. Y advertimos que nos gustaría acabar con esos problemas. ¿Por qué? Porque, no nos gustaría padecer esas injusticias. Y, si a nosotros no nos gustaría padecerlas, ¿nos gustaría que otros las padeciesen?

Descubrimos que la solución, acabar con las injusticias, mentiras y todo tipo de explotación y abuso, nos gustaría a todos, pero, ¿qué hacemos al respecto? ¿Tratamos de que lo que yo no quiero que me hagan sea también válido para que no se lo hagan a otro?

Porque, si somos coherentes con ese criterio y experiencia, que descubrimos en lo más profundo de nuestro corazón, trataremos de responder con nuestras propias obras y esforzarnos en no querer para otro aquello que tampoco me gustaría que me hicieran a mí.