Si hay alguien interesado en apartarnos del amor de Dios es ese ángel caído – diablo – que nos odia y quiere impedir que seamos felices junto a Dios. Nos hará la vida imposible y usará todo tipo de estrategia y trampas para seducirnos y engañarnos. Su poder es superior al nuestro.

Enfrentarnos solo con nuestras fuerzas sería un disparate. Nuestra derrota sería segura, pero, adheridos al Señor y agarrados a su Cruz nuestro triunfo será seguro. Será bueno y necesario saber que enfrentarnos al Maligno nos traerá problemas, luchas y dolor.

Su poder de seducción es grande y nos engaña y nos puede. Por eso necesitamos estar cerca del Señor y agarrados a Él, a pesar de las mortificaciones, será mayor gozo y satisfacción superar esas tentaciones y deseos. Porque, al final, lo que prevalece y nos hace feliz es el amor y la bondad.