Señor,
solo Tú das sentido y esperanza a mi vida. Solo Tú tienes Palabra de Vida
Eterna. Solo Tú, Señor, me das esperanza y me acoges con tu Infinita
Misericordia. Lléname de tu Vida, Señor, y dame el gozo y felicidad de vivir
eternamente a tu lado. Amén.
La
vejez es un tiempo muy importante y glorioso. Es la cercanía, ya muy próxima, a
la cita con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Es la etapa donde más debe
estar firme nuestra fe, pues, nada podrá compararse a esa Vida Eterna junto a
Dios que nos espera con los brazos abiertos.
El Papa continua en la catequesis de este miércoles hablándonos de la vejez. Una vejez en la que la fidelidad a nuestra fe se pone a prueba en muchos momentos de debilidades y de aprecio a la vida. El testimonio de Eleazar es admirable y reconfortante. De nada vale ganar, y menos unos días, esta vida si perdemos la Eterna. Es hermoso este testimonio que el Papa Francisco nos trae hoy.
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