Perdemos el tiempo
cuando ponemos nuestra esperanza en el poder y las riquezas. Y lo perdemos
porque todo lo de aquí abajo se destruirá al final. Solo quedará tus actos y
buenas obras realizadas con amor. Solo Jesús, el Hijo de Dios, tiene Palabra
Eterna.
Dame, Señor, la
sabiduría de saber elegir la opción que me lleva al encuentro contigo. Dame la
sabiduría y fortaleza de descubrir los talentos que me has dado para ponerlo a
producir para hacer presente tu Reino. Un Reino de amor, justicia y paz. Amén.
La experiencia nos lo dice claramente, todo lo de aquí terminará piedra
sobre piedra. ¿Para qué tantos afanes, enfrentamientos, injusticias, robos…etc.
Al final lo único que perdurará será el amor que hayas dado. Y para eso son tus
riquezas y poder. Dependerá de como las hayas usados para que realmente te sean
de provecho y alcances la feliz eternidad.
La belleza de este
mundo es efímera, inconsistente, caduca, contados están sus días, se destruirá
al final. No quedará piedra sobre piedra, Palabra del Señor - Lc 21, 5-11 -.
En tus manos está la posibilidad de escribir el final que deseas haciéndolo presente en el día a día. Para ello, vive el instante de tu vida de cada día en la Palabra del Señor. Es esa Palabra la que te llevará a que tu final sea gozoso y eterno.
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