Todo está en tus
manos, Dios mío. Dame esa sabiduría de no solo decirlo sino experimentarlo y
darme cuenta de que sin Ti nada tiene sentido. Mi vida es vida cuando está en
tus manos y a Ti te la entrego porque de Ti he salido y a Ti volveré. Tú,
Señor, eres, la Buena Noticia.
Señor, haz que mi
corazón sea humilde, obediente y justo como tu padre adoptivo José. Haz que mi
vida, escondida en la humildad y sencillez, sea lámpara que alumbre a todos los
que se cruzan con ella y anuncia de vida y palabra tu Misericordioso Amor.
Descubrir que no
son mis obras ni mis logros los que me salvan sino el Amor Misericordioso de
Dios es la fuerza que me impulsará a perseverar y no desfallecer. Porque, esa
conciencia me ayudará a no desesperar por mis fracasos y frustraciones. Dios
está presente y Él lo puede todo.
La experiencia nos
dice que no podremos escapar al dolor. Sobre todo al dolor de la muerte, del
sufrimiento propio o de un ser querido o cercano. Pero cuando descubrimos que
ese dolor, tanto el mío como el que comparto con el que sufre tiene sentido,
vale la pena.
De que nos sirve conocernos por lo que decimos y escribimos de manera virtual Posiblemente lo más importante es poner todo nuestro esfuerzo en la verdad y la justicia. Y ser coherentes en nuestros lugares de origen. Porque, de esa manera, enriqueciéndonos y fortaleciéndonos al compartir nuestra fe aportaremos nuestro granito de arena en construir un mundo mejor.
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