No esperes que
Belén venga a ti. Está esperándote y necesita que tú te pongas en camino y
vayas a su encuentro. Es evidente que Dios te busca y da el primer paso. Po y
para eso ha enviado a su Hijo y lo ha hecho en ese nacimiento en Belén.
Dios mío, el
camino se me hace duro e imposible de seguir sin Ti. Quiero responder a tu
llamada y vivir en tu Voluntad, pero necesito la asistencia y auxilio del
Espíritu Santo. Dame, Señor, la sabiduría, la paz y la fortaleza para que
camine en tu Voluntad. Amén.
Pero ahora
necesita que tú te pongas en camino y vayas a visitarlo y conocerlo. Eso fue lo
que hicieron los magos de oriente, nos preceden en la búsqueda del Niño Dios y
arriesgaron en su búsqueda llena de dudas siguiendo una luz incierta. ¿Qué
arriesgamos nosotros? ¿Estamos en camino?
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