La suficiencia es
un pecado muy traicionero. Nos creemos buenas personas pero superiores u otros
que por las circunstancias de la vida no han tenido posibilidad de estudio o
sus orígenes son pobres y humildes. ¡Cuidado!, ¿Quiénes somos nosotros?
Señor, toma mi
vida y haz con ella tu Voluntad poque, yo soy débil y fácil de seducir por las
tentaciones de este mundo. Ilumina mi camino y darle sentido desde la vivencia
del amor. Un amor como el que Tú me das cada día e instante de mi vida.
Miramos por encima del hombre a otros que consideramos más pequeños que nosotros y nos consideramos mejor. Natanael sufrió ese pecado y ante Jesús supo reconocerlo. Pidamos esa virtud de la humildad y sembrémosla en nuestro corazón. Nos hará mucho bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.