Es la hora que
Jesús elige para lleno del Espíritu Santo recorrer Galilea anunciando la Buena
Noticia. El encarcelamiento de Juan le impulsa a predicar diciendo: «Convertíos
porque está cerca el Reino de los Cielos», y enseñaba,
proclamaba y curaba.
Hay algo dentro de
mí que me impulsa a buscar la felicidad. Me equivoco cuando busco una felicidad
rápida, inmediata y placentera pero que advierto que es caduca y no termina de
llenarme. Enséñame, Señor que solo en el amor está la única y verdadera
felicidad.
Recorre toda
Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el Evangelio y curando toda
enfermedad y dolencia en el pueblo. Su fama se extendió por toda Siria y le
traían todos los enfermos aquejados de toda clase de enfermedades y dolores. Y
le seguían multitudes.
¿También le seguimos nosotros? Sin embargo, debemos hacernos una pregunta, ¿qué buscamos? Sanar o calmar nuestros dolores y enfermedades o encontrarnos seriamente con Jesús, el Mesías enviado? Porque, nos puede ocurrir que nos quedamos en eso, interesados en solucionar nuestras enfermedades y dolores. Y nos equivocamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.