Es posible que a
primera vista quedes confundido. El Maligno sabe como presentarte las cosas de
este mundo. Conoce tus debilidades, tus apetencias y como seducirte. Y lo hace.
Pero, no olvides que todo lo de aquí abajo se corrompe.
Madre, tú
mantenías siempre la esperanza en la Resurrección de tu Hijo. Eres la Madre que
el Padre eligió para su Hijo y confiada en su Palabra sabías que la muerte no
podía con Él. Llévanos también a nosotros al encuentro de tu Hijo. Amén.
Nada que no sea eterno será óptimamente bueno, pues lo que termina no deja un gozo pleno. Lo único que satisface plenamente será lo que es bueno pero también eterno. Eso es lo que todos perseguimos y buscamos. Y eso es lo que Jesús nos promete, vida plena y eterna.
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