¿Acaso tu corazón
no está deseoso de búsqueda de salvación? ¿Acaso no sientes deseos de ser buena
persona y amar en la verdad y la justicia? ¿Y no es eso lo que te anuncia Jesús,
el Hijo de Dios? Todo dependerá de que le abras tu corazón.
No resistiría,
Señor, sin tu presencia, las inclemencias del tiempo. Tampoco encontraría
sentido a mi vida si Tú no caminas conmigo cada día y te haces presente en los
acontecimientos que en mi camino se me presentan. Gracias, Señor. Amén.
A lo largo del camino de tu vida tendrás muchas opciones para tratar de vivir en paz y felicidad. Eso es lo que todos buscan y desean. Ese es el objetivo y esperanza con el que nos levantamos cada día y por el que luchamos. Pronto experimentamos que por nuestros medios nos es imposible conseguirlo. Porque, no se trata de dinero, de poder ni de placeres. Se trata de amar y ser amado. Y eso solo lo podrás conseguir abriéndote a la Palabra de Dios.
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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.