Sería un error
buscar luz de manera individual y arrogarme la autoridad de corregir y advertir
al hermano como si yo fuese la autoridad o tuviese el derecho a corregir. Se
trata de buscar luz en la comunidad abiertos al Espíritu Santo.
En ti, Espíritu
Santo, pongo toda mi esperanza y confianza. Sé que abierto a tu acción puedo ir
perfeccionándome y transformando mi corazón, por tu Gracia, en un corazón
suave, humilde, paciente, comprensivo y bueno. Me pongo en tus manos.
No es cuestión de
creerme el mejor y con derecho a corregir a quien parece tomar un camino
equivocado. Se trata de advertir, aconsejar y consultar con la comunidad en
oración. La verdad está en todos, sobre todo cuando apelamos, oramos y pedimos
la intervención del Espíritu Santo para que arroje luz que nos ilumine.
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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.