Por propia
experiencia sé que no es cosa fácil. La tormenta, la tempestad y los peligros
son superiores a nosotros y nos llenan de miedo y temor. Pero, también sé que
son esos momentos los que nos dan la oportunidad de sacar a la luz nuestra fe y
apostar por fiarnos de la Palabra de nuestro Señor.
Es posible que no
veamos donde está nuestro único y verdadero Tesoro. Porque, los que nos puedan
ofrecer el mundo, demonio y carne son tesoros corrompidos y caducos que te
dejan vacío y sin sentido. Dios es el único Tesoro que da verdadero sentido a
tu vida y la llena de esperanza y felicidad eterna.
Él nos ha dicho que no tengamos miedo, que está con nosotros y que tengamos fe en Él. Por tanto, aunque estemos al filo de la muerte, creamos en el Señor, porque la muerte de este mundo no tiene la última palabra. No tengamos miedo a perder la vida de este mundo si estamos con el Señor, porque Él nos ha dicho que ha ido a prepararnos un lugar para que vivamos eternamente en plenitud de gozo y felicidad a su lado.
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