Es evidente que
necesitamos buscar lo que necesitamos para vivir. Siempre, desde que el primer
hombre pisa la tierra, ha sucedido así. Sin embargo, más evidente es que Alguien
nos ha creado y nos ha puesto en la tierra para que, tras un recorrido - vida -
volvamos a Él.
Acoge la
invitación que te hace tu Padre Dios y en el silencio interior de tu corazón
deja que la acción del Espíritu Santo lo transforme, lo suavice, lo haga más
humilde, más bondadoso, más misericordioso para que tus frutos sean frutos de
amor, justicia y paz.
En ese supuesto,
lo verdaderamente importante en nuestra vida es tener claro llegar a Él cuando
nos llegue nuestra hora. Y eso trae una consecuencia: primero buscarle a Él y
luego lo demás. Y el sentido común nos dice que estando en y con Él, lo demás
aparecerá por lógica. Y no son supuestos, sino que la propia experiencia nos lo
va demostrando. Tras el esfuerzo, la lucha y superación aparecen las
oportunidades y la consecución de lo que cada día necesitamos para seguir el
camino.
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Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.