Esa es la
cuestión: ¿Dónde apoyas tu fe, en Xto. Jesús - la Roca que resiste todos los
embates del mundo, demonio y carne – o en la arena de la fácil seducción y la
puerta ancha que te presenta un mundo de felicidad aparente y camino espacioso
y sin problemas?
Señor, cada día
trae nuevas pruebas que, a tu lado y en tu presencia, quiero aceptar y superar,
sobre todo, aquellas que prueban mi fe y confianza en Ti. Dame la paciencia
necesaria para discernir lo correcto de lo incorrecto, sobre todo, lo que es
Voluntad tuya y lo que es mi voluntad. Porque, sólo Señor, tu Voluntad es el
bien, el camino y la verdad.
Esa es la elección a la que tenemos que optar en nuestra vida. No hay otro camino: 1º apoyarnos en Jesús, la Roca que no se hunde; 2º La arena movediza que te brinda el mundo, demonio y carne. Donde la aparente felicidad reluce, pero de la misma manera se hunde y desaparece.
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