Es posible que tu
no adviertas lo que haces, sobre todo, en favor de los demás. Posiblemente,
cuando no lo haces, lo extrañan y llegan a echarte de menos. Quizás, en esos servicios
están escondido tus talentos, que deben aflorarlos con deseos y alegría de
ponerlos al servicio de los demás.
Te pido, Señor,
que sepa acoger tu Luz, para con ella alumbrar mi vida, seguir tu camino y
vivir según tu Palabra, tu bondad, tu misericordia y, sobre todo, tu amor por
los más desfavorecidos y pobres. Que descubra en cada instante de mi vida que
te necesito, Señor, para ser feliz.
Posiblemente, en
la medida que los pongas al servicio de tu familia, de tus amigos, de tu
comunidad parroquial y de todos aquellos que necesiten de mí, estarás
multiplicando esos talentos que Dios ha puesto en tus manos para que con ellos
sirvas y ames a tu prójimo.
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