Ese es el camino,
no hay otro: Camino de Cruz, pero camino de triunfo, de Resurrección y Vida.
Camino que Jesús conoce y sabe que ha venido para recorrerlo cumpliendo la
Voluntad de su Padre. Quiere que sus apóstoles lo sepan y lo comparte con
ellos.
Cada día que
transcurre en mi vida voy dándome cuenta de que Tú, mi Señor, eres la Fuente de
la que brota mi felicidad y mi alegría. Y tomo conciencia de ello, Señor,
porque experimento tu presencia, tu cercanía y tu amor misericordioso. Gracias,
Señor.
Sin embargo,
ellos, como nosotros ahora no nos enteramos, y menos lo comprendemos.
Necesitamos fiarnos y creer en la Palabra del Señor. Sabemos por muchos
testigos, y de manera muy especial, por los apóstoles, que Jesús murió en la
Cruz y al tercer día, como nos había dicho, Resucitó. Vive y está entre
nosotros. Alegrémonos de la Resurrección y vivamos con la esperanza de también
nosotros, al compartir nuestra muerte con el Señor, resucitaremos también.
¡Aleluya!
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