Craso error pensar
que nos podemos sostener sin el alimento eucarístico. Y digo, craso error,
porque sé de muchos que creen, van incluso a misa, pero no se acercan a
comulgar. Y sin el alimento bajado del Cielo somos presa del diablo.
Necesito, Espíritu
de Dios, la sabiduría que me señale y alumbre el camino, la verdad y la vida.
Necesito, Espíritu Santo, tu luz, tu fortaleza y sabiduría para encontrar el
Camino, la Verdad y la Vida - mi Señor Jesús - que me guíe y me oriente hacia
su Padre Dios. Un Padre lleno de Amor Misericordioso.
Sin la presencia del Señor en nuestra vida, y más, sin su alimento espiritual, seremos pastos y víctimas del príncipe de este mundo. Sin lugar a duda, él es más fuerte que nosotros, más inteligente y, sin duda, víctimas fáciles de ser engañados. Además, juegan en nuestra contra nuestras propias debilidades y pasiones con la que nuestra débil naturaleza es tentada. Sólo con la fortaleza venida del Pan Eucarístico somos capaces de resistir y de vencer.
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