No se trata de
ayudar a quien no lo solicita y, quizás, hasta lo desprecie. Se trata de ayudar
a quien lo solicita y, posiblemente no pueda pagarte tu ayuda. Eso son los pobres de los que habla
Jesús Ta y como hizo Bartimeo con sus gritos llamando a Jesús.
Ese es el Camino,
la Verdad y la Vida, amar como Tú, mi Señor, nos ama. De nada vale el
cumplimiento y prácticas religiosas, Eucaristías y novenas si no nos empeñamos
en amar como Tú, mi Señor, nos has enseñado a amar. Por eso, mi Señor, te ruego
que nos enseñes a amar.
Porque, hay pobres que no buscan simplemente ayuda, sino aprovecharse de esa ayuda y sacar beneficios. Pablo lo dejó claro hablando del herrero y otros en la propia comunidad. Se trata de servir a quien realmente necesita ese servicio y lo pide. Tal y como todos los que se acercaban a Jesús. Esta será tu carta de invitación para asistir a ese Banquete del Reino de Dios.
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