miércoles, 8 de mayo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Nuestra confianza y seguridad descansa y se apoya en el Espíritu de la Verdad. En Él nos fortalecemos, nos transformamos y actualizamos nuestro día a día en la vivencia de la Palabra de Dios guardándola en nuestro corazón y dándole pleno cumplimiento.

En ti, Señor, pongo toda mi confianza y seguridad. Sé, y confío, que estás conmigo porque solo Tú tienes palabra de vida eterna. Y eso me sostiene, me conforta, me fortalece y me impulsa cada día a seguir tu Camino, a creer en tu Verdad y poner mi vida en tus manos. Amén.

En Él están puestas todas nuestras esperanzas para superar todas los obstáculos y dificultades que nos salen al paso y nos amenazan: mundo, demonio y carne, los tres grandes enemigos de nuestra alma. En el Espíritu Santo encontramos la fuerza, la seguridad, el consuelo y el ánimo para llenarnos de esperanza y seguir firmes en la fe y fidelidad al Señor.

martes, 7 de mayo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Nuestra confianza debe ser plena y firme. La prueba nos exigirá momentos de penuria, de angustia o de sufrimiento. Jesús nos lo mostró en su propia Pasión, pero el triunfo está asegurado tras la cruz de nuestra vida.

¡Ven Espíritu Santo, llena mi vida de luz, de capacidad para discernir en la verdad, de humildad, de generosidad y misericordia para que pueda guardar en mi corazón la fuerza y el deseo de vivir en la Voluntad del Señor. Amén.

El Espíritu va con nosotros recordándonos ese triunfo, esa gloria y alegría de la Resurrección. Nuestra vida, en este mundo, camina hacia nuestro fin y tras él llega la dicha de la Resurrección y la gloria de estar junto al Padre. ¡Alabado y glorificado sea nuestro Señor!

lunes, 6 de mayo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

También nosotros daremos testimonios porque desde el principio estamos con el Señor. Y eso significa que su Espíritu, que procede del Padre y nos ha sido enviado por el Padre, está con nosotros, nos asiste, nos ilumina, nos fortalece y auxilia.

¿Dónde puedo, Señor, moldear, restaurar y sanar mi vida sino en tu Amor Misericordioso que me regala la vida y me ofrece la felicidad eterna? Hazme, Señor, a tu Voluntad porque esa será la mejor manera de ser y existir. Amén.

De modo que los grandes peligros de nuestra alma, mundo, demonio y carne no podrán vencernos. De ahí lo importante que es abrir nuestro corazón al Espíritu Santo que, desde la hora de nuestro bautismo, ha venido a nosotros para acompañarnos en la lucha de cada día contra los tres grandes peligros y enemigos de nuestra alma: mundo, demonio y carne.

domingo, 5 de mayo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Ese es el camino y la única alternativa: Amar y amar, tal y como Jesús nos ama. Y también la única referencia, el Señor Jesús, que mantiene una unidad plena con su Padre hasta el punto de amarse de tal forma que su única obsesión es hacer la Voluntad del Padre.

No está en el poder, la soberbia y el orgullo la paz ni el gozo de ser feliz. Al contrario, todo eso acaba pronto. Solo el sabernos pequeños y humildes ante la grandeza de Dios nos dará la paz y el gozo eterno.

De qué me vale orar y practicar simplemente para cumplir con las prácticas, valga la redundancia, de piedad si no amo al que tengo a mi lado. ¿Acaso el amor es para uno mismo? ¿No es eso egoísmo?¡Ayúdanos, Señor, a ser generosos!

Una Voluntad que lleva a cabo desde su propia libertad y amor. Un amor que se derrama en misericordia para salvación de todos los hombres. Y, de esa manera, entrega su Vida para rescate de la de todos los hombres, a fin de que el Padre la acoja en remisión de todos los pecados cometidos por la humanidad.

sábado, 4 de mayo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

No nos debe extrañar que el camino de seguimiento al Señor sea difícil y duro. Se nos ha dicho por el mismo Jesús. Seremos, tal y como lo fue Él, odiados por el mundo y perseguido hasta el extremo de quitarnos esta vida.

Señor, en tu Nombre vivo y hago todos mis actos, hasta incluso los más inconsciente. En tu Nombre, Señor, doy gracias e invito a los demás a que te den gracias. Porque, Señor, todo es obra Tuya.

Pero no podrán arrebatarnos la otra, la verdadera y eterna, y en plenitud de gozo y felicidad. Esa meta, esa idea es la que nos debe mantener siempre erguido, fieles y agarrados a la Palabra del Señor. Él no nos falla y, como Él, en ý por Él, resucitaremos para vivir eternamente en su Gloria. Es, evidente, un camino de espinas pero lleno de esperanza, gozo y alegrías.

viernes, 3 de mayo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Es verdad que en la vida, precisamente en esta vida, la de este mundo, hay muchos caminos pero, también es verdad, que ninguno es camino de verdad ni de verdadera vida eterna. Todos son caminos de perdición y de muerte, salvo el que nos señala Jesús, nuestro Señor.

Espíritu Santo, que has bajado a mi humilde persona en el instante de mi bautismo, dame la fortaleza, la luz y la capacidad de discernir el bien separándolo del mal y renunciando a mis egoísmos e insolidaridades.

Solo hay un Camino de Verdad y de verdadera Vida plena de gozo y felicidad. Y ese Camino es el Señor, que se hace presente entre nosotros, nos da su Palabra, realiza sus Obras de poder y grandeza y nos enseña el Camino para siguiéndolo llegar hasta su Padre, donde viviremos eternamente en gozo y felicidad.

jueves, 2 de mayo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Esa es la basa que nos jugamos, permanecer en el Señor. ¿Qué nos dice nuestra experiencia en nuestro camino por este mundo? Sabemos que nunca llegamos a buen puerto. Sí, quizás encontramos momento de gozo y relativa felicidad, pero pronto vuelven las tempestades y peligros.

En y con esa confianza, Señor, camino, sabiendo de tu presencia, de tu cercanía y de tus fuerzas para levantarme y sostenerme ante las adversidades, tentaciones e inclinaciones al pecado.

Solo Jesús, el Señor, calma las tempestades, serena nuestra alma y nos llena de paz, alegría y gozo eterno. Y eso lo descubrimos en la medida que nos dejamos guiar por el Espíritu Santo que hemos recibido en el instante de nuestro bautismo.

Un Espíritu que nos fortalece, ilumina y nos da esa confianza que un hijo siente por su padre. Así, experimentándonos hijos de nuestro Padre Dios, descubrimos la verdadera felicidad y el verdadero gozo eterno al sentirnos sus hijos rescatados del pecado por su Infinita Misericordia.