lunes, 18 de marzo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Cuando experimentas tu propia culpa y reconoces tus propios fallos y pecados, experimentas un sentimiento de humildad y deseo de misericordia. Entonces no te sientes capaz de acusar, y menos condenar a alguien.

También nos sucede a nosotros: Nos emocionamos y lloramos, pero, Señor, Tú nos has enseñado que siempre será mejor no quedarnos en la compasión ni el lamento sino en la solidaridad, los gestos y la acción. Realmente en eso consiste el amor.

Te ves reflejado en sus propios pecados y te inhibes de señalar a nadie. Deseas pedir también perdón. Quizás no seamos lo suficiente humildes ni sincero con nosotros mismos. Simplemente, una mirada seria y profunda de nuestro propio ser y dejará visible todos nuestros defectos, egoísmos, impurezas y, por supuesto, pecados. Somos hijos necesitados de misericordia, el gran regalo que nuestro Padre Dios nos ha dejado en su Hijo, nuestro Señor.

domingo, 17 de marzo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Esa es la clave, morir. Es evidente que todos tendremos que morir pero la cuestión es cómo moriremos. Porque, puedes morir tras dejar una vida dedicada a ti y a tus egoísmos y satisfacciones, o dejar este mundo tras una vida entregada al servicio de los demás.

Y vuelves, Señor, a caer. Tus debilidades se ponen de manifiesto. Eres de carne y hueso y te despojas de tu condición divina. Quieres enseñarnos el camino de la cruz. Guíanos, Señor, y danos tu fortaleza y misericordia.

Sobre todo de los más necesitados y excluidos. Eso no quiere decir que los demás no sean objetos de servicio y amor, sino que los pobres, los pequeños, indefensos o marginados son preferentes. Digamos que la salvación del mundo dependerá como si de un efecto dominó se tratara. A ti te tocará unos y a otros, otros. Y serán otros los que su misión será dejarse ayudar, su cruz será esa, una mochila deficiente. Eso dejará muy claro que es el Amor lo que necesita el mundo y lo que Jesús, el Hijo de Dios, vino a anunciarnos.

Buenos días a todos, no sé por qué pero me ha asaltado la idea de crear un grupo –– https://www.facebook.com/groups/418331037611421 — para proclamar la Buena Noticia: Dios nos ama y ha enviado a su Hijo para rescatarnos del pecado y darnos vida eterna. Y eso no podemos callárnoslo. Esa es la misión y el objetivo de este grupo, abrir su voz a todos los que quieran participar y, desde su compromiso, anunciar que Dios Vive y está entre nosotros.

sábado, 16 de marzo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

La Palabra de Jesús impacta. Y no lo hace porque sea hermosa, precisa y cierta, sino porque arde en lo más profundo de nuestros corazones. Es una Palabra de Verdad, de justicia, de paz que llena de verdadera esperanza y nos mueve a la Vida Eterna.

También nosotros, Señor, queremos limpiar tu rostro. Y lo haremos en la medida que seamos capaces de limpiar, con tu Gracia, las impurezas de nuestros corazones. Danos, Señor, esas fuerzas para, sin miedos, acercarnos a Ti como la Verónica

En lo más profundo de nuestro corazón escondemos, quizás sin darnos cuenta, un fuerte impulso de eternidad de que hemos sido creados para vivir eternamente en gozo y plenitud de felicidad. Es precisamente la impronta de nuestro ser de hijos de Dios. Nos ha creado para que seamos felices en su Reino, pero antes tendremos que, libremente, creer en su Palabra y ser fieles a su Voluntad.

viernes, 15 de marzo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

No es algo del pasado sino del presente. Hoy se sigue actuando igual. Se acepta la mentira, la sinrazón y se condena la verdad. Parece triunfar aquellos que mienten, engañan y corrompen. Mientras la verdad permanece serena, esperanzada y a la espera de su triunfo.

Jesús acepta su debilidad humana y se deja ayudar por Simón el Cirineo. Tanto amor es ayudad como dejarse ayudar. El Señor nos enseña a saber aceptarnos tal y como somos y a dejarnos ayudar en el camino de nuestra cruz.

Porque, sí, la verdad ganará al final. La Palabra de Xto. Jesús es Palabra de Vida Eterna y, tal cual nos ha dicho, vendrá al final de los tiempos para establecer su Reino. Un Reino de paz, de justicia y amor.

Y Mientras andamos por este mundo nos ha dicho: Jn 14, 1-3 No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros.…

jueves, 14 de marzo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Jesús vive en y para el Padre. Su Voluntad es la del Padre y su Vida está unida en todo momento a la Voluntad del Padre. Es, precisamente, el Padre quien da testimonio de su identidad de Hijo y su Gloria está en glorificar al Padre.

¡Madre!, nos das ejemplo como una Madre, y nos alienta a pesar de las espinas que se nos clavan en el corazón. Nos enseñas a caminar cargando con nuestro dolor y llevando la esperanza de una cruz salvadora y redentora en la Resurrección de tu Hijo. Amén.

¿Y nosotros, vivimos unidos al Padre a través del Hijo e injertados en el Espíritu Santo? Esa es la pregunta que debemos de hacernos. A través del Hijo es como puedo llegar al Padre y es el Espíritu de ambos quien me señala, me asiste y me guía por el camino que me lleva al encuentro con Él. Creer en Jesús es creer en el Padre, porque Él y el Padre son uno solo.

miércoles, 13 de marzo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Supongo que todos deseamos vivir eternamente y en plenitud de gozo y felicidad. Ese es el objetivo de todo ser humano, luego, deduzco que están ciegos, porque hay Uno aquí que ha muerto y Resucitado y anda entre nosotros. Su Palabra es de Vida Eterna.

La humanidad de Jesús queda reflejada en su primera caída. Sus fuerzas se debilitan y no resiste la fatiga del cansancio y la tortura. Desfallece y cae. Experimentan el sufrimiento pero no se rinde. Se levanta, recobra el aliento y emprende de nuevo el camino.

Y mientras, encarnado en naturaleza humana, sin perder la Divina, en su paso por este mundo, nos ha anunciado esa Buena Noticia. Y continúa haciéndolo a través de la Iglesia que ha dejado antes de subir a los cielos Y son muchos los que no le hacen caso. ¿Están esos en sus casillas, o cegados por el poder del mundo, demonio y carne? Porque, en realidad todos queremos lo que nos ofrece Jesús, el Hijo de Dios.

Solo el amor misericordioso nos salva. Para eso tuvo Jesús que demostrárnoslo entregando voluntariamente su Vida. No está el poder de nuestra salvación en la fuerzas sino en la misericordia. Y solo en Jesús podemos encontrarla.

La virtud es el resultado de tu convicción, de tu fe y, en consecuencia, de tu constancia, perseverancia y disponibilidad a reflejar en tu vida el amor misericordioso que recibes de tu Padre Dios a través de la Pasión, muerte y Resurrección de su Hijo, nuestro Señor.

Hoy, el Papa Francisco, nos habla de las virtudes como unas disposiciones a la constancia y disponibilidad para hacer el bien. Y eso no es tanto innato cuanto sí una actitud de esfuerzo en procurar siempre hacer el bien. Un bien que nace desde una relación íntima con el Señor, porque solo en Él podemos alcanzar la verdad y el bien reflejado en el amor.

martes, 12 de marzo de 2024

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Esa misma pregunta nos hace Jesús, el Señor, a cada uno de nosotros. Porque, nuestro Padre Dios nos ha creado, no para sufrir ni padecer, sino para vivir eternamente gozosos y felices. Y, Jesús, el Hijo, viene para dar respuesta a ese deseo de felicidad.

Jesús estaba limpio de todo pecado. Sin embargo, enviado por su Padre vino voluntariamente a este mundo para tomar los nuestros y cargar con ello. Así, por su amor misericordioso e infinito, Jesús, el Hijo, nuestro Señor, tomó la cruz de todas nuestras culpas sobre su hombros.

Si volvemos nuestra mirada hacia nuestro corazón, descubrimos que en él vive un profundo y gran deseo de eternidad. Pero, una eternidad gozosa y plena de felicidad. Toda nuestra vida queda reducida a buscar ese gran deseo, de modo que si nos pregunta que deseamos nuestra respuesta sería, sin lugar a duda, la de ser felices. Pues bien, Jesús ha venido a eso, a dar respuesta a tu deseo de felicidad. No importa el día, ni el tiempo ni el momento. Quizás sea el ahora cuando tienes tú que responderle.