Nuestro problema es que no lo entendemos. No podemos, ni siquiera imaginar, que el Creador de todo lo visible e invisible, envíe a su Hijo, por amor, para que nos redima ofreciendo su Vida voluntariamente. Nosotros, simples criaturas destinadas a morir estamos salvador por amor.

Y esa oportunidad de salvación que nos la da gratis la rechazamos inexplicablemente. Preferimos permanecer en las tinieblas ante que vivir en la luz. Porque, en la luz se descubre la verdad y nos sentimos más cómodo vivir en la mentira y las apariencias. Nuestra ignorancia y necedad no se puede entender.

No nos damos cuenta y desperdiciamos precisamente lo que buscamos. No nos damos cuenta que el amor bien entendido es la respuesta a la felicidad que buscamos. Porque, cuando amamos experimentamos la paz, la satisfacción y la serenidad, pero, sin embargo, no reaccionamos a la verdad.