La insistencia es premisa obligatoria para la oración de petición. Una insistencia que no se refiere tanto a insistir sino a ser perseverante y constante en mantenerte en esa actitud de necesidad, de pedir ese pan de cada día. Pan no sólo material sino también espiritual.

Pero también, necesitamos mantenernos en actitud de búsqueda permanente. Buscar la Verdad en el Señor. Esa Verdad que nos va indicando el camino a seguir sostenidos en la Palabra evangélica de cada día. Una Palabra que nos descubre cómo actuar y responder.

Y, por último, nunca dejar de llamar y tocar a la puerta del Corazón de nuestro Señor Jesús. Un Corazón amoroso y misericordioso que nos acoge y nos perdona todas nuestras debilidades, errores y pecados. Un Corazón que espera nuestra conversión y regreso a la Casa del Padre.