Vivir
amenazado se hace duro, pero cuando se trata de transparentar y decir la
verdad, esa dureza se hace suave, más llevadera y esperanzadora. La vida de un
cristiano comprometido y consecuente con su fe sabe de sus peligros y amenazas.
María
es ejemplo de firmeza, perseverancia, obediencia y fe a la Voluntad de Dios en
el cumplimiento de su misión como Madre del Hijo encarnado en su vientre y fiel
hasta el ultimo momento de su Vida al pie de la Cruz. María, referencia y pilar de la fe.
Es verdad que seguir a Jesús es complicado, duro y molesto. Es estar constantemente expuesto a la amenaza y peligro, incluso de muerte. Es exponerte al expolio de tu dignidad y a la marginación. Pero, es, junto a Jesús, el gozo de vivir en la verdad y la gloria de vida eterna. Llegará el momento gozoso, glorioso y eterno. Amén.
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