PENSAMIENTOS EN EL CALOR DE LA NOCHE

No te sobra nada. Todo lo que tienes lo has recibido gratuitamente y, de la misma manera tú debes ponerlos al servicio de los más necesitados. ¿No te das cuenta de que de esa manera el mundo sería un bálsamo de paz? Todo iría mejor sin apenas necesidades materiales.

Vivo y existo. Y es maravilloso tomar conciencia de la vida y, en especial, de mi vida. ¡Pero mi felicidad es completa cuando me doy cuenta de que Dios me ha creado para vivir eternamente feliz en su presencia! ¡Ese es el hermoso reto de mi vida!

Las envidias, las injusticias, las enfrentamientos, guerras y muertes vienen precedidas por los egoísmos y codicia de unos que quieren todo para su provecho y beneficio propio dejando a otros, más débiles, carente de lo necesario para vivir dignamente.

Si piensas que ir al lado de Jesús te va a poner tu propio camino fácil, te equivocas. Mira cual ha sido su camino y te darás cuenta que el tuyo no puede ser diferente. Ahora, sabes que al final será plenamente feliz y eterno. ¡Realmente, vale la pena seguirle!

En la Audiencia de hoy, el Papa Francisco continúa hablándonos de la desolación. Es innegable que la vida de un cristiano presenta muchos momentos de desolación. Ser camino de cruz significa eso, camino donde la desolación se hace presente con frecuencia. Desilusiones, contratiempos, enfermedades, dificultades... etc. nos ponen a prueba nuestra fe y confianza en el Señor. Perseverar, confiar y mantener nuestra esperanza nos irá enseñando, como nos dice el Papa, a amar al Señor en su sufrimiento y soledad. ¡Él ha vencido al final!