Cuando me resisto
a creer me pongo en guardia y siempre encuentro disculpas, exigencias y maneras
de eludir mi respuesta de fe, La mentira está siempre disponible para escurrir
la responsabilidad y buscar, en la apariencia, la forma de evadirse.
Guía mi vida,
Señor, y haz que yo descubra cada día que Tú eres el centro de mi camino y la
meta de mi vida. Que no mire más allá de solo saber que Tú eres el centro de mi
vida. Amén.
Es fácil argumentar mentiras con apariencias de verdad para rechazar la realidad. Ante las obras y milagros de Jesús solo se puede responder con la indiferencia y la mentira. Serás tú quien tendrás que responder más tarde en el atardecer de tu vida. Y en ese momento no hay posibilidad de evasivas ni de mirar para otro lado.
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