Es la noticia más
esperada y más grande. Y lo es porque podemos levantarnos e iniciar el camino a
pesar de nuestros pecados. No significa eso que no nos importa pecar, sino que
cuando nuestras fuerzas se debilitan y fallan tenemos la oportunidad de
arrepentirnos y de ser perdonados.
Es posible que no
note tu presencia. Es posible que no escuche tu respuesta. Es posible que ni
siquiera me dé cuenta de que Tú estás a mi lado, pero tendré siempre presente
que Tú, Señor, eres mi Padre, me has creados y quieres mi felicidad. Amén.
Nuestra naturaleza
es débil y, herida por el pecado, queda sometida a las seducciones de este
mundo. Fácil es para el tentador seducirnos y engañarnos. Nos salva la Infinita
Misericordia de nuestro Padre Dios que nos perdona y nos anima a levantarnos y
seguir el camino.
Gracias por la presencia de todos ustedes, por sus oraciones, por su acompañamiento espiritual y virtual. Gracias porque nos une un Padre Dios bueno y misericordioso que nos reúne en torno a Él y nos hace hermanos y fraternos a unos con otros. Gracias porque sabemos que Dios, nuestro Padre nos escucha y nos atiende. Será siempre lo mejor para cada uno de nosotros porque con un Padre así de Infinito Amor y Misericordia nada hay que temer. Solo Él basta. Amén.
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