No busques donde
no hay. Tu descanso no está en las vacaciones ni en el tener o poder. Ni
siquiera en el placer, disfrute o comodidades. La experiencia te lo va descubriendo.
Detrás de la Cruz - el amor - encontrarás esa felicidad que buscas.
Sé, Señor, lo
lejos que estoy de Ti, pero me consuela al menos los esfuerzos que hago por
acercarme a Ti. Sé que la distancia que me separa de Ti es insalvable. Por eso,
te pido, Señor, que transformes mi corazón en uno como el Tuyo. Amén.
Donde no piensas que está es donde se encuentra, en el Corazón de Jesús. Todo lo demás es efímero y, una vez vivido vuelves al mismo lugar. El vacío hace presencia y el cansancio vuelve a escena. Aparece de nuevo el deseo de búsqueda de empezar de nuevo y eso trae más cansancio y agobio. Solo la presencia del Señor y el reconocerte lo que realmente eres, su criatura, te vuelve la paz y serenidad.
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