Es difícil tener
esa fe. Supongo que será como cuando de niño confiamos tan fuertemente en
nuestros padres que creemos que nos pueden dar todo lo que deseamos. Señor,
danos esa fe para que, como ese personaje y esa mujer del Evangelio de hoy,
confiemos en Ti.
Ese es el
objetivo, mi objetivo: entregarte mi corazón, Señor, para que siembres en él tu
Palabra y lo hagas manso y humilde como el Tuyo. Que sea tu Voluntad la que viva
en el centro de tu corazón. Amén.
Sabemos, Señor,
que no podemos tener esa fe si no nos viene de Ti. Nuestra capacidad
intelectual no alcanza a comprender tu Divinidad ni tu Poder. Somos tus
criaturas y solo Tú, mi Señor, puedes hacer que nuestro corazón rebose de
confianza y de fe en Ti. Por eso, Señor, aprovechamos este momento de reflexión
y oración para pedirte una vez más que aumentes nuestra fe. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.