No es cuestión de
presuponer, imaginar ni hacernos preguntas sobre la otra vida. No sabemos ni
podremos saber nada al respecto. Es y será otro mundo que solo Jesús, el Señor,
conoce y al que ha ido a prepararnos un lugar - Jn 1,12 - al que nos llevará
cuando venga por segunda vez.
Cada día, Señor,
me voy dando más cuenta de que sin Ti nada puedo. Enséñame, Señor, tu Camino,
tu Verdad y tu Vida para que, injertado en Ti, pueda llevar a cabo la misión
que Tú quieres y has pensado de mí. Amén.
Es el Cielo que nuestro Padre Dios tiene preparado para aquellos que crean en Él y vivan en su Voluntad. Es nuestra esperanza de hoy, de nuestro presente, en el que lo que debemos hacer es vivir en el amor tal y como nuestro Padre Dios nos ama.
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