Muchas veces no vemos lo que tenemos delante, sino que
distorsionamos la realidad sustituyéndola por lo que nos gustaría ver. Nos auto
engañamos justificando nuestros defectos y nuestros fallos. La vista necesita
purificarse e insistir en esa purificación. Las cosas, en ocasiones, exigen tiempo
y paciencia.
Pero, también, preparación. No se ve cuando la vista está
entretenida y distraída. Necesitamos silencio, concentración y apartarnos de
los ruidos. El Evangelio de hoy nos alecciona en estos supuestos casos.
Necesitamos buscar, disponernos e insistir, completando todo eso con fe.
Y todo será tal y como el Espíritu Santo decida y quiera. Él nos mueve y nos prepara, pero también nos exige nuestra libertad y nuestra fe. Y en esa medida y actitud que tomemos ante su llamada, así actuará en nosotros. Siempre contará con nuestra colaboración, pues para eso nos ha creado libres.
Y todo será tal y como el Espíritu Santo decida y quiera. Él nos mueve y nos prepara, pero también nos exige nuestra libertad y nuestra fe. Y en esa medida y actitud que tomemos ante su llamada, así actuará en nosotros. Siempre contará con nuestra colaboración, pues para eso nos ha creado libres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.