miércoles, 12 de diciembre de 2018

Cuando te encuentras cansado buscas donde descansar. Y se hace necesario el descanso, porque sin él no se puede avanzar. Pero, hay un cansancio que no guarda relación con el cansancio físico. Se trata del cansancio anímico, espiritual y hasta afectivo. Son cansancios diferentes.

Y, también, difíciles de solucionar. Porque, no se trata de descanso sino de encontrarle sentido a ese cansancio que nos descentra, nos abate y nos hace perder el sentido de la vida. Y es que sólo la paz se puede encontrar en Aquel que la tiene. Por eso, Jesús que sabe lo que nos ocurre nos dice:

«Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera».

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.