miércoles, 21 de octubre de 2020

 
Es de sentido común que amor con amor se paga. Por lo tanto, estar vigilante es corresponder a la respuesta de ese amor que, primero, se nos revela y se nos da de forma incondicional y gratuita y luego nos regala la Vida Eterna. Por eso, es determinante y vital estar preparado para cuando se haga presente.
 
¿Estar vigilante?, nos preguntamos. ¿Para qué? Pues, para no ser sorprendido cuando el Señor venga a buscarnos tal y como nos ha prometido. Porque, no seremos avisados y sí sorprendidos de su llegada. Y no habrá más tiempo, nuestra vida será la que hayamos vivido, vigilantes o distraídos. 
 
Por tanto, tratemos de vivir como buenos siervos para que, cuando llegue el Señor nos sorprenda cumpliendo con su Voluntad y no de espalda a sus mandatos. Nada ni nadie nos va a molestar, pero sí a seducir y aprovechar la ventaja de nuestras apetencias y pecados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.