sábado, 7 de noviembre de 2020

 

 En muchos momentos pensamos que podemos seguir a Jesús sin renunciar a aquellas otras apetencias y satisfacciones que nos exigen parte de nuestro tiempo. Sin las renuncias voluntarias a lo que nos impide seguir a Jesús estamos perdidos. Porque, a las obligadas no debemos renunciar.

Dios se ha dado plenamente hasta el extremo de entregar la Vida de su Hijo, enviado a satisfacer, con su Vida, el rescate por nuestros pecados. Y, de la misma manera, nos pide que también nosotros le demos todo. Y todo significa renunciar a todo lo que nos aleja de la Voluntad del Señor.

Y esta entrega no puede ser negociada en apariencias y con cumplimientos, porque, tú lo puedes hacer y hasta engañar a los hombres, pero nunca a Dios. Él te conoce, no solo por tus actos externos y aparentes, sino también interiormente. Y a Él no lo puedes engañar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.