La realidad es que somos unos grandes necios. Apostamos por cosas que sabemos se van a quedar aquí y no nos pertenecen. Se acaban y nosotros somos unos simples administradores que responderemos de su administración. Tanto lo recibido material como espiritual.
También, responderemos de nuestro tiempo y de cómo lo hemos gastado. Pero, sobre todo, responderemos de nuestro rechazo a esa Palabra que, primero Juan el bautista y luego Jesús, el Mesías enviado, no hemos querido escuchar ni vivir. Por eso, como consecuencia de ese rechazo, sufriremos también como Jesús.
Y nos toca coger nuestra cruz, la que nos corresponde según nuestra época, talentos recibidos y sufrimientos. Porque, también nosotros seremos rechazados e insultados y como el Hijo del hombre tendrá que padecer de parte de ello, así también nos tocará a nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.